Como un año «fatal». Así, sin paños calientes, se describe desde el Banco de Alimentos de Ávila el resultado de la Gran Recogida llevada a cabo a finales de noviembre y de la que, por vez primera, los miembros de la ONG no están orgullosos.

Y es que si bien todos los años los abulenses se vuelcan con la campaña, aportando ya sea alimentos, ya donaciones económicas, en esta ocasión las ayudas cayeron en picado.

Así lo reconoce a Diario de Ávila Manuel Velázquez, tesorero de Banco de Alimentos de Ávila, que cifra el descalabro en una caída del 70 por ciento respecto a la edición anterior, la de 2020.

Así, si ese año, el primero en el que la solidaridad se recogió en formato económico al no poder aceptar donaciones de alimentos a causa de la pandemia, se recaudaron 66.800 euros, en esta ocasión apenas se han sumado a la causa 20.040 euros.

«La Gran Recogida es una inyección económica muy importante para nosotros. Supone casi el 60 por ciento de todos nuestros gastos anuales», comienza Velázquez a plantear la difícil situación que ahora tienen por delante, al no contar en su 'hucha' con un dinero muy necesario para el desarrollo de su actividad a lo largo del año.

Pero la realidad manda. Y este año dice que los abulenses no ha aportado tanto como en ediciones anteriores. Cuando le preguntamos a Velázquez por el motivo de esto, reconoce no tener claras las causas.

La situación de pandemia; la difícil situación que atraviesan muchos hogares de Ávila; la manera en la que se comunicó a la sociedad los días previos que la Gran Recogida iba a tener lugar; o la falta de información a los clientes en los establecimientos podrían estar detrás de este importante descenso.

Ahora, la ONG plantea un nuevo año con la necesidad de ir "tirando de remanentes. Pero veremos cómo avanza el año", lamenta el tesorero del Banco de Alimentos de Ávila, que adelanta que, además de encontrarse en esta situación, se han incrementado las peticiones de ayuda por parte de algunos ayuntamientos de la provincia. "A ver hasta adonde podemos llegar", prosigue planteando la situación que tienen ahora, a la vez que reconoce que, viendo lo mal que se ha desarrollado la campaña este año, Banco de Alimentos tendrá que plantearse cambiar el sistema en ediciones venideras.

Recordamos que la campaña de la Gran Recogida siempre había sido presencial y aportando directamente alimentos a las puertas de las tiendas, supermercados y grandes superficies. Pero el año pasado, y ante la imposibilidad de recoger comida directamente, se optó por las aportaciones económicas, tanto en las cajas de las tiendas como a través de otras vías, como Bizum o ingresos directos en la cuenta de Banco de Alimentos.