Paula Arias vuelve a las pistas, a la competición.Aquello que la hace sentir de verdad tenista y que el curso pasado lo tuvo complicado por la larga recuperación tras una fractura de peroné (2018) que la llevó a pasar por quirófano. Seis meses de parón y seis de recuperación. Así fue el 2019. Y aunque pudo competir desde junio «siempre fue con la sensación de que tendría que parar de nuevo.Aunque fuera de manera inconsciente, era un límite».La tocó parar este invierno por una nueva operación para retirarle los tornillos y las placas de la primera de las intervenciones. De nuevo al quirófano, aunque sabiendo que en 2-3 meses estaría de nuevo dispuesta para competir.Y así ha sido.   

No ha terminado el mes de febrero y Paula Arias ya está de nuevo sobre las pistas. «Tenía ganas de empezar» reconoce mientras disputa un torneo en Barcelona y mira a su primer gran reto, Turquía, en apenas dos semanas. Está inscrita, pero dependerá de si las primeras sensaciones –«se nota que he estado parada»– en su vuelta a las canchas son las correctas. Y de momento lo son, tanto en lo físico como en lo psicológico.

Vuelve a sonreír la tenista abulense desde el alta médica. «Cuando me dijeron que podía volver a competir fue como si en mi cabeza se activara un clic». Porque este año lo quiere firmar al completo, algo que no pudo hacer el pasado. «Ahora toca tener paciencia e ir cogiendo ritmo» deja claro la abulense. Porque el reto de este curso no son los resultados o los títulos, sino volver a encontrar su mejor tenis. «Lo importante es sumar horas de calidad» señala ante los entrenamientos y la propia competición. «Todo ello sin ponerme objetivos de ranking o resultados».