Con una enorme emoción que le hizo saltar las lágrimas, rodeado de su mujer, sus dos hijos, resto de familiares y amigos, y aplaudido por todo el público presente, Rubén Peña Jiménez recogió el mayor reconocimiento que puede recibir un abulense de su ciudad, como es el nombramiento de Hijo Predilecto de Ávila, un honor que atestigua la medalla y el pergamino que cogió de manos del alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera.

Comenzaba de esta manera un acto que congregó a medio millar de personas en el centro municipal de exposiciones y congresos Lienzo Norte, y que continuó con un homenaje y reconocimiento a la trayectoria de Peña como jugador de fútbol, carrera que arrancó en el equipo de la Zona Norte, y que de momento su última parada en es en Villarreal, con el que ha ganado la UEFA Europa League, en cuya final mostró a todo el mundo la bandera de su ciudad, que lució orgulloso y encantado.

Con la corporación municipal sobre el escenario, con las ausencias de los representantes del PSOE, Peña recibió su reconocimiento del que dijo estar enormemente orgulloso y muy agradecido por haberse acordado de él para este honor. En su discurso, entre lágrimas, el futbolista del Villarreal dio las gracias «de corazón» por este reconocimiento de su ciudad, de su Ávila, «que siempre he llevado conmigo. Me siento abulense por los cuatro costados y presumo de ello allá por donde voy».

El alcalde glosó las virtudes del jugador y alabó su trayectoria, éxitos y, sobre todo, modo de conducirse hacia ellos, lo que realmente le hacía valedor de este galardón.

Y terminado el acto más institucional, llegó el turno para el del homenaje, presentado por la actriz y periodista abulense Ana Peinado, y que arrancó con la actuación de la cantante abulense Vega Almohalla, para continuar con un vídeo en el que se contaba la trayectoria de Peña desde que comenzó en la Zona Norte y hasta llegar al Villarreal, pasando por el Real Ávila, Guijuelo, Real Valladolid y Eibar.

Los dos primeros entrenadores que tuvo el jugador abulense, Juan Jesús Herráez García, de la Zona Norte, y Alberto Martín Resina, del Real Ávila, recordaron sus comienzos en el mundo del fútbol.

Un ex compañero de Peña, Jorge Barrera, y otro abulense que también llegó a la Primera División del fútbol español, César Jiménez, pasaron por el escenario, el primero para recordar los tiempos de Peña en el Real Ávila, y el segundo para destacar el valor del sacrificio que se recompensa con alcanzar los sueños, aunque estos se trunquen con lesiones.

desde la distancia. Desde las distancia, tres personas muy vinculadas al fútbol abulense también quisieron acompañar al homenajeado. A través de vídeos, felicitaron a Rubén Peña el actual entrenador del Deportivo de La Coruña, Borja Jiménez, que coincidió con Peña en el Real Ávila; el ex jugador del Real Madrid, Álvaro Benito Villar, y también tuvo la deferencia de acordarse de Peña el ex jugador del Real Madrid y capitán de la Selección Española, Íker Casillas.

Fue después de estos mensajes cuando subió al escenario el futbolista del Villarreal, primero para ver un vídeo de diferentes momentos suyos en su actual equipo, en el que se encuentra «encantado de estar», tanto por los resultados como por el trato que está recibiendo por parte del club y la afición.

Posteriormente se sometió a las preguntas de los más pequeños, jugadores de las canteras de los clubes abulenses de Milagrosa Las Nieves, Linko, Casa Social, Colegios Diocesanos, Real Ávila y Zona Norte, que quisieron estar acompañando a Peña en este día tan especial.

El homenaje se acercó a su final con un visionado del vídeo de los penalties que hicieron al Real Valladolid campeón de la UEFA Europa League, y como Peña no tuvo que lanzar ninguno, sí lo hizo en el escenario del Lienzo Norte, lanzándolo a Enrique Hernández, quien puso el punto y final a las actuaciones con un exhibición de ‘freestyle’.

El punto y final al acto lo puso el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que entregó al homenajeado una bandera de Ávila que todos los que habían pasado por el escenario fueron firmando, para que, finalmente, el alcalde también la firmara en nombre de todos los abulenses, para ofrecérsela de recuerdo a Rubén, quien es desde ayer uno de los ochos abulenses que a lo largo de la historia han recibido el nombramiento de Hijo Predilecto de su ciudad, lo que es un honor, pero también una responsabilidad que él asume con la naturalidad y cercanía de la que siempre ha hecho gala alguien forjado a sí mismo, y que empieza a recibir recompensas.