Comprensión en aras de la seguridad, resignación, lamento por las pérdidas en casas rurales y hostelería... y una petición casi unánime, que se trabaje para no perder la edición de 2022 y se busque una fecha más propicia para que en Mesegosillo puedan desplegarse el imponente espectáculo de C. Tangana y sonar las canciones universales de Leiva y la propuesta íntima de Iván Ferreiro. Tras horas y días de rumores, la cancelación de Músicos en la Naturaleza llegó como un jarro de agua fría a una comarca que desde hace meses esperaba al festival que iba a tener lugar este sábado con el cartel de 'completo' y con al menos 10.000 entradas vendidas. 

Tras la confirmación oficial por parte de la organización, en manos de la Fundación Patrimonio Natural, entidad dependiente de la Junta, llegó el momento de valorar lo que supondrá dar marcha atrás al montaje de los escenarios y cancelar un evento que iba a dejar «el mejor fin de semana del año» en Gredos, todo ello teniendo en cuenta que venían de dos años de parón por la pandemia. 

Alcaldes de la zona lamentan las pérdidas para los pueblos, pero destacan que lo importante es la seguridad. «Todo sea por eso», comenta Jesús González, regidor de Hoyos del Espino, quien este jueves se mostraba resignado. Sobre la opción de retomar el festival lo veía «complicado», dado que «en veranos secos septiembre no suele ser un buen mes».

El alcalde de Navarredonda de Gredos, José Manuel Jiménez, habla de una decisión «acertada», una vez que «en la reunión que mantuvimos en la Subdelegación del Gobierno, previa a la cancelación, nos quedó claro que el dispositivo de seguridad no estaba garantizado». Con todo, y aunque «no todo el mundo está anulando las reservas», no oculta que «algo de merma» para la zona «va a haber». 

Los empresarios, en líneas generales, también dicen comprender la decisión, pero se quejan del «poco margen de reacción» que les ha quedado para poder volver a ofertar las habitaciones canceladas (que no son todas) y para la provisión de la hostelería, sector al que la suspensión del festival le ha pillado con las cámaras y las despensas llenas, en previsión de tener que atender a más de 10.000 personas.

Desde la Asociación de Empresarios de Gredos Norte (Asenorg) dejan claro que «la seguridad está por encima de todo», pero también trasladan que habrá pérdidas. En los alojamientos está «habiendo de todo», desde la gente que mantiene el fin de semana en Gredos hasta los que han querido cancelar, y en este último caso la política de anulación depende de cada establecimiento, si bien «algunos están devolviendo el dinero». «Donde más repercusión habrá será en los bares y restaurantes», vaticinan desde la asociación, no en vano a estas alturas de semana ya «habían hecho acopio». Con todo, confían en que puedan recuperarse en lo que queda de verano con la afluencia de visitantes a un 'paraíso' que, con o sin festival, sigue ahí.

La principal queja llega con el «retraso en tomar la decisión», y en esta línea piden que en el futuro sean tenidos en cuenta por la organización para la toma de decisiones en relación al evento.

También desde la Federación Abulense de Hostelería de  CEOE Ávila, en la que está integrada la  Asociación de Turismo Rural de Ávila ( ATRA ), comprenden la cancelación, dada la situación que está viviendo la provincia con los incendios, pero también se pide «comprensión» con los trabajadores del sector. En este sentido, reclaman «toda la sensibilidad y el  máximo esfuerzo para que esta importante cita musical y cultural no pierda su edición 2022 y se trabaje para fijar una fecha más propicia»