Antonio Pérez Henares

LA MAREA

Antonio Pérez Henares

Escritor y periodista. Analista político


La gloria del terrorista

08/02/2022

Resulta estremecedor, y aún más terrible y doloroso pues lo están consiguiendo, el blanqueo y hasta la conversión en héroes, de quienes durante largos y muy recientes decenios asesinaron, torturaron, secuestraron, incendiaron, extorsionaron y aterrorizaron a mansalva: la criminal banda etarra y sus cómplices.

Hoy, mimados socios del gobierno de España, se presentan y proclaman por los altavoces mediáticos puestos a su servicio como ejemplos y referentes éticos a quienes deberíamos pedir perdón. Porque ya van más allá del desprecio y escarnecimiento de sus víctimas ahora ya están en el siguiente escalón, proceder a la glorificación de los terroristas. Veremos, ya hay alguna, calles dedicadas a su memoria y hasta levantarán estatuas de aquí a nada.

Los verdugos ya no solo van a salir de las cárceles, sino que lo hacen exigiendo que les pidamos perdón por haberles metido en ella. Nos van, nos están ya juzgando, ellos a nosotros. Y por supuesto, hemos sido condenados. Tristemente no están solos. Es visible y cada vez más obscenamente que ya no es únicamente Pablo Iglesias quien se va por sus bares a darse grandes brazos fraternales con ello. Ahora lo hacen quienes dirigen el PSOE y toda la parroquia calla y otorga.

No parece haber esperanza en lo que a nuestra propia respuesta, ni ciudadana ni institucional, se refiere. La Justicia, último valladar, es puenteada, minada y conculcada desde el poder ejecutivo que presume además de hacerlo tras el control espurio y total connivencia de la Fiscalía General del Estado. Se trata, y en eso están, en conseguirles liberar sean cual sean sus crímenes y sus penas y haciendo las trampas que sea menester hacer para lograrlo.

Pero lo peor no es ello. Es la tremenda y atroz desmemoria. De las matanzas, las ejecuciones, los estragos, el inmenso y cotidiano dolor de tantos atentados, tantos muertos, tanta sangre, no hay recuerdo. Porque se ha hecho todo y se sigue haciendo todo lo posible por esconderlo, por eliminarlo de consciente colectivo, por esconderlo, porque se borre, porque parezca que ni siquiera existió y hasta que no fue como vimos y sufrimos sino que era un combate heroico de unos idealistas quizás un "poquillo" equivocados. Es el relato, dicen. Y nos lo están imponiendo.

Ser una víctima de ETA, un asesinado por ellos, vuelve a ser en cierto modo como pretendieron que fuera en los años del plomo, un "vergüenza" que ha de ocultarse y sufrir en silencio porque "por algo sería" que le hubieran pegado el tiro en la nuca o le hubieran despanzurrado con una bomba en el coche. Aquello que quedaba atrozmente reflejado en las pintadas llamando asesino a quien acababa de ser asesinado y convertir asía a la víctima en verdugo y al verdugo en víctima y héroe.

El atisbo de algún remedio, de recuperar algo de esperanza, en que esa definitiva ignominia no sea ya la más pesada y horrible losa sobre la víctima y nuestra conciencia, parece estar en Europa, en la tantas veces, y algunas con mucha razón denostada en este aspecto, Unión Europea.

Aunque no fue muy jaleado ni se dio demasiada noticia de ello, una comisión de la UE a instancia de las asociaciones de víctimas, visitó nuestro país y se dedicó a prospectar sobre el terreno lo que estaba sucediendo. El porqué de que el 40% de los asesinatos de ETA no han sido resueltos ni juzgados.

Parecen ser que los eurodiputados hicieron su trabajo muy en serio y ahora está a punto de emitirse un dictamen. La clave de su decisión está en considerar aquellos hechos como lo que fueron, crímenes de lesa humanidad y, como tales, sin prescripción ni amnistías que valgan. Y muy importante y derivado de ello: que las investigaciones y los juicios por las causas pendientes o las nuevas que se vayan abriendo han de proseguir sin traba ni límite de tiempo. En ello está ahora, con cuatro reabiertas, la Audiencia Nacional.

El pronunciamiento de la UE es inminente y está a punto de hacerse público. Si es como ya se conoce por el borrador del informe supone una sonora bofetada, y puede que mucho más que eso, a la pretensión del gobierno español de excarcelar por todas las vías que sean a los peores y más recientes asesinos de nuestra historia. Asesinos en serie, sin arrepentimiento alguno y a quienes como pago a sus crímenes se recibe en triunfo y, de aquí a un verbo, se les pondrá una estatua en la plaza del pueblo.