La rendición de Neymar

Diego Izco (SPC)
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El brasileño, como le sucedió en el Barça (y de lo que huyó), busca su sitio a la sombra de otra figura

La rendición de Neymar - Foto: KIMIMASA MAYAMA

Como a otros jugadores a lo largo de la Historia, a Neymar le ha pasado factura el 'síndrome de Ronaldinho': una forma de vivir el fútbol un par de peldaños por debajo de la seriedad, desperdiciando un brutal talento innato para ser una figura planetaria, abrazando sistemáticamente los placeres de la vida disoluta. Los primeros nombres que nos vienen a la cabeza son los de Best o Gascoigne, pero varios de los 'juguetes rotos' han sido brasileños: Garrincha fue el pionero, y le siguieron Edmundo, Adriano, Robinho, Romario… Y al final del camino, al aficionado medio le queda una sensación de pena y desperdicio. «¿Qué habría sido de haberse dedicado al 100 por 100 al fútbol?». 

En esa línea delgada, sin descender a los infiernos pero sin tocar el cielo al que apuntaba, entra Neymar. Ya ha cumplido 30 años y se ha quedado lejos del trono que iba a heredar cuando aquella épica batalla entre dos fuerzas imparables como Messi y Cristiano perdiese intensidad fruto de la decadencia de ambos. 'Ney' ofrece amagos puntuales, partidos brillantes y esporádicos, para justificar la presencia de los focos a su alrededor. Algo que, cada vez es más esporádico y que estuvo a punto de saltar por los aires en pretemporada. 

Cerca de salir

La renovación de Kylian Mbappé tenía una 'cara B' en París: la más que posible salida de Neymar de la plantilla. Esa era la gran noticia (y probablemente la consecuencia de la consagración definitiva de Mbappé como única gran figura del proyecto). Con contrato hasta junio de 2027, el futbolista más caro de todos los tiempos era 'invitado' a buscar una salida o una cesión que encajase en la nueva política del club. 

El brasileño, habitual lesionado o sancionado casualmente en las fechas del cumpleaños de su hermana (por citar solo un ejemplo de indisciplina escondida), necesita redimirse para encajar en este nuevo PSG. Dejar atrás el pasado, algo a lo que Mbappé también está dispuesto: una de las condiciones que el astro francés habría puesto sobre la mesa para renovar era, precisamente, esa salida de 'Ney' del club. El gran obstáculo para su salida es, precisamente, que se trata de un futbolista de 30 años con una ficha de 30 millones netos por temporada. 

Cambio de estilo

Porque el París Saint Germain ha decidido dar el enésimo volantazo buscando esa Copa de Europa que no llega. Acusado de ser más un equipo de exhibición que un conjunto de verdad, Al Khelaifi ha apostado por la sobriedad. Christophe Galtier ha tomado las riendas del vestuario en sustitución de Pochettino y Luis Campos releva a Leonardo en la dirección deportiva. Decisiones más deportivas y menos especulativas, trabajo y disciplina… ¿Encaja Neymar en esa idea? 

De entrada, en los primeros entrenamientos y amistosos ha trasladado una imagen más seria. Incluso su físico (un peinado discreto) ofrece por el momento la idea de un '10' de perfil bajo, dispuesto a ser un gregario de lujo en lugar de la figura de 222 millones de euros. Aquel sueño por el que dejó el Barça, el de abandonar la sombra de Messi para intentar reinar en solitario, se ha esfumado. 

En el último compromiso de pretemporada, Neymar fue viral por simular un penalti de forma escandalosa… pero no por haber sido el mejor futbolista sobre el campo o por haber marcado un doblete en el 6-2 sobre el Gamba Osaka. «Está con muchas ganas y eso es una gran noticia para el equipo», comentó Galtier. El ex del Niza cuenta con que es año de Mundial, y el brasileño siempre guarda un plus cada cuatro temporadas para llegar pletórico a la gran cita. Además, dentro del vestuario cuenta con los apoyos firmes de Leo Messi y del capitán Marquinhos. 

«Quiero quedarme aquí». Fueron las palabras de 'Ney' en busca de una nueva redención. La afición en general, la parisina en particular, han perdido la esperanza de verle encarnado en la gran estrella que iba a ser… pero no en que esta temporada, de forma puntual, se tome en serio su profesión. Por el bien del fútbol. De momento, lidiar con un juicio en Barcelona a un mes del mundial (por presuntas irregularidades en su fichaje por el Barça) será una piedra en el camino. Otra más.