Javier Santamarina

LA LÍNEA GRIS

Javier Santamarina


Vida y muerte del coronel Blimp

03/09/2021

A estas alturas, incluso Joe Biden hubiese deseado hacer las cosas de otra manera. Una vez tomas una decisión, sus consecuencias tienen vida propia y lo que pensabas que no podía ocurrir acaba pasando. Demasiada gente creía que Joe Biden era un político responsable, sabio, internacionalista y cuyo conocimiento de política exterior le permitiría apreciar las sensibilidades de sus aliados. En este asunto se ha movido por una clave estrictamente interna, electoralista y populista. Es curioso el silencio de la izquierda radical americana que ha optado por desaparecer.

Centrarse en la nefasta ejecución de la retirada es una pérdida de energía que solo corresponde valorar a los ciudadanos americanos. Lo sorprendente es el cinismo y escándalo que ha provocado la decisión en Europa. En los últimos cuatro años, Donald Trump ha insistido que el nivel de gasto en defensa europeo era ridículo y su afirmación era cierta. Los británicos pueden sentirse ofendidos porque nadie les haya consultado, pero sería más relevante preguntarse cuántos soldados realizaban actividades estrictamente militares en el país: CERO. Formar soldados, construir escuelas u hospitales son actividades nobles, pero impropias de un ejército y cuando la cosa se pone difícil su valor es nulo. No basta con estar dispuesto a morir, hay que tener la entereza de eliminar al enemigo por una noble causa. En Europa hace tiempo que no somos capaces de ello.

Nos podemos indignar con Afganistán, pero nuestro silencio es criminal con respecto a Crimea y el este de Ucrania. Angela Merkel puede decir lo que quiera sobre las claves internas de la retirada americana, sería más lógico que explicase por qué apoya el gaseoducto ruso-alemán que elude a Ucrania. De paso, hasta podría explicar por qué oponerse a la energía nuclear justifica que Alemania queme más carbón que nunca y encima el que más contamina.

Boris Johnson podría comentarle a sus conciudadanos cuál es el sitio de Gran Bretaña, ahora que está fuera de la Unión Europea y las bases de los submarinos británicos se encuentran en Escocia. Macron acierta en algún análisis pero carece de los medios para ponerlo en práctica. Me gustaría hacer algún comentario sobre las alpargatas de Sánchez, pero no lo considero justo. España hace décadas que dejó a otros los temas importantes, él por lo menos es brutalmente honesto. Cuando se llega al poder, hacer lo correcto provoca un coste electoral que diferencia al estadista del populista.