Más de 600 pacientes pasaron por 'teleictus' desde su inicio

B.M
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El Servicio de Urgencias del hospital Nuestra Señora de Sonsoles tiene un box para esta atención que se implantó en abril de 2017. El perfil suele ser el de varones entre 60 y 70 años, normalmente con factores de riesgo como hipertensión o diabetes

Más de 600 pacientes pasaron por ‘teleictus’ desde su inicio

Más de 600 personas han sido atendidas en la unidad de 'teleictus' del Complejo Hospitalario de Ávila desde su puesta en marcha en abril de 2017. Es un número que ha ido en aumento con el paso de los años, ya que en 2018 se quedó rozando el centenar de pacientes pero en 2021 fueron casi el doble. De todo ellos el 15 por ciento han sido tratados con fibrinólisis a través de 'teleictus' en el Complejo Asistencial de Ávila. 

Según explican los responsables de este servicio, Paul Torres Gutiérrez, del Servicio de Urgencias, y el neurólogo responsable del Ictus, Raúl Gutiérrez Ríos, esta unidad está ubicada en un box dentro del Servicio de Urgencias Hospitalarias del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. 

Dispone de un espacio independiente, el cual está dotado de los equipos de electromedicina y soporte hemodinámico imprescindibles para la atención de un paciente grave (telemetría para una monitorización continua, tomas de oxígeno, sistema de vídeo cámara de alta resolución, etc). 

El ictus, explican, es una patología con una alta tasa de discapacidad en el adulto mayor, por lo tanto precisa de una manejo multidisciplinario, altamente cualificado y dotado de una infraestructura idónea para un correcto manejo de este tipo de pacientes y así poder disminuir las secuelas que no son solo para el individuo sino también para la familia y la sociedad. En el hospital Nuestra Señora de Sonsoles participan los profesionales del Servicio de Urgencias, Radiodiagnóstico, Neurología, Laboratorio y Unidad de Cuidados Intensivos en coordinación con la Unidad de Ictus de Salamanca vía telemedicina y así el paciente puede ser valorado e indicar si procede la fibrinólisis. La fibrinólisis es el tratamiento mediante el cual se administra un fármaco por vía intravenosa con el objetivo de deshacer un trombo  que se haya producido en un vaso sanguíneo y que está provocando una obstrucción de la circulación sanguínea.

Respecto al perfil de los pacientes en Ávila, suele presentarse con mayor frecuencia en varones entre 60 y 70 años de edad, habitualmente con factores de riesgo asociados como son la hipertensión arterial, dislipemia, diabetes, cardiopatía, etc. La relación varón mujer es de dos tercios hombres y un tercio mujeres.

funcionamiento. El procedimiento comienza con la llegada del paciente a Urgencias, que se puede  producir a través de tres vías, bien desde la UME previamente ya activado el Código Ictus, remitido de Atención Primaria por sospecha de ictus o si acude directamente por sus propios medios, familiares o conocidos al servicio de Urgencias.

Tras este triaje inicial, inmediatamente se instala al paciente en las camas de recuperación, que están dotadas con telemetría y permiten un control adecuado.

En ese mismo periodo de tiempo, el médico de urgencias realiza la valoración neurológica para la adecuada identificación topográfica de la lesión. Por su parte el personal de enfermería realiza la extracción de muestras sanguíneas (hemograma, bioquímica y coagulación), PCR covid y electrocardiograma. Se realiza la comunicación al servicio de radiología para la realización del TAC y angio TAC cerebral y se contacta con Neurología los días de diario por la mañana o la Unidad de Ictus de Salamanca el resto del horario. Tras la valoración inicial y pruebas de imagen se decide el tratamiento ya sea farmacológico (fibrinólisis) o intervencionista (trombectomia).

Es decir, una vez identificado el Código Ictus se trabaja para disminuir los tiempos de espera solicitando las pruebas y estabilizando al paciente si es necesario. Se hace toda la valoración y se procede, cuando está indicado, el tratamiento fibrinolítico y se activa el traslado en soporte secundario medicalizado a la Unidad de Ictus en Salamanca, reduciendo en muchas ocasiones las secuelas del ictus hasta una recuperación total. 

La unidad de referencia es una Unidad de Ictus con todo lo que ello significa. Es decir, infraestructura y personal cualificado en el diagnóstico, manejo y recuperación y rehabilitación del ictus.

Insisten en que todo paciente es atendido con equidad e igualdad, por lo tanto la decisión de si se traslada a Salamanca o si el tratamiento se hace en Ávila se toma dependiendo de las necesidades de tratamiento, manejo, recuperación y rehabilitación. Es decir, el paciente es traslado o no para así garantizar un manejo óptimo y esto es independiente de la procedencia o residencia que tenga.

Lo que hay en Ávila es una unidad de teleictus y no una unidad de ictus como tal. Respecto a la diferencia, señalan que la principal radica en la infraestructura, personal y tecnificación.

El Código Ictus, señalan, está siempre operativo y los profesionales conocedores de la problemática de la enfermedad altamente incapacitante, actúan de forma inmediata y siguiendo los protocolos de las sociedades científicas vigentes.

Respecto a cómo afectó la pandemia a su funcionamiento, insisten en que la unidad de 'teleictus' inicia su andadura en abril del 2017 y, tras unos años de instauración, se presentó la pandemia, pero este no fue motivo para no continuar con este proceso, ya que solo quedó adaptarse a ese nuevo entorno pandémico.