Editorial

Lo mucho que aporta a Ávila Músicos en la Naturaleza

Diario de Ávila
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Bueno es para Ávila mantener este festival que está muy bien mirado e igualmente demandado a nivel nacional

El festival Músicos en la Naturaleza, un encuentro con la música de calidad que desde su primera edición quiso y supo apostar muy alto (nada menos que trayendo a Sting) para no quedarse en una cita estival más de las muchas que hay en España sino para nacer y crecer consolidándose como ese referente nacional e internacional que ha demostrado ser capaz de ser, (un valor especial al que suma el otro no poco interesante que significa disfrutar de esa cultura viva y sin idiomas en una naturaleza grande y bella como pocas), vivirá el día 23 de julio una nueva edición, la número 15, con éxito asegurado.

A mes y medio de la cita en ese techo de España que es Gredos ya puede presumir el festival, que protagonizarán C. Tangana, Leiva e Iván Ferreiro, de haber vendido ocho mil entradas y de haber ayudado a colgar el cartel de 'ocupado' en todos los establecimientos hoteleros de la comarca y de muchos kilómetros a la redonda, una expectación que traspasa las fronteras provinciales y regionales y que no cabe duda de que ayudará mucho a los negocios de la zona.

El debate poco encendido y legítimo que ha provocado la elección de un cartel enfocado al público más joven del habitual no va mucho más allá, ya que según defienden quienes ven ese giro de forma positiva significa una oportunidad de abrir Músicos en la Naturaleza a las nuevas generaciones de espectadores, después de una trayectoria en la que los destinatarios principales eran amantes de la música de más edad a los que se les daba la oportunidad –para muchos regalo absoluto– de escuchar en vivo y en directo a 'monstruos' de la historia del rock como Sting, Mark Knopfler, Bob Dylan, Beach boys, Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Manolo García, John Fogerty, Rosendo o Rod Stewart.

Bueno es para Ávila mantener este festival que está muy bien mirado e igualmente demandado a nivel nacional, bueno es que esa continuidad venga de la mano de un nuevo éxito de espectadores, y la única preocupación que debería haber, que parece que no ha de ser mucha, es la de que el espacio natural que se convierte esa jornada en un escenario singular sufra los daños mínimos a los que expone cualquier concentración masiva, que estos se solucionen eficazmente y de inmediato, y que el dinero de la actividad que luego revierte en el mantenimiento del parque natural de Gredos sea aplicado con igual celeridad y eficacia.

Lo otro, que el público sea más o menos joven, o que los invitados al festival sean más o menos 'leyendas' de la música, es una variable que puede irse modificándose en cada edición de forma legítima, porque lo importante es mantener la calidad y el interés, y especialmente que Ávila, que en tantos otros aspectos está olvidada o ninguneada por las administraciones autonómica y central, continúe teniendo ese punto de brillo cultural tan especial en el mes de julio. Porque lo que se deteriora o se pierde puntualmente, por mucho que tenga detrás una trayectoria magnífica, cuesta luego mucho volver a recuperarlo.