Kilian, un guerrero con alma de 'poli'

M.M.G.
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Daniel y Verónica, protagonistas en 2021 de una romántica pedida de mano en la Escuela de Policía de Ávila, afrontan ahora la paternidad de un pequeño con parálisis cerebral

Kilian, un guerrero con alma de 'poli'

Puede que recuerden a Verónica y Daniel. Ellos protagonizaron en julio de 2021 una de esas historias bonitas de las que nos gusta hablar siempre que tenemos ocasión. Aquel verano, Dani aprovechó su jura como Policía Nacional para pedirle la mano a Verónica, embarazada de poco más de seis meses. Rodilla en tierra, este joven romántico sorprendió a su entonces novia que, por supuesto dijo que sí.

Pero esta 'película' no acabó aquí. Tuvo (o mejor dicho, está teniendo) una segunda parte que entonces no les pudimos contar, pero que hoy les descubrimos de la mano de sus protagonistas, que hoy ya no son dos, sino tres.

Porque sólo dos días después de esa romántica pedida de mano vino al mundo Kilian. Lo hizo con prisa, de manera prematura, poniendo patas arriba el mundo de sus asustados padres pero, también, haciéndolo más bonito, pese a lo difícil que fue sacarle adelante y pese a las dificultades de desarrollo que aún tiene.

Kilian, un guerrero con alma de 'poli'Kilian, un guerrero con alma de 'poli'«Pero nuestra historia sigue siendo bonita», quiere dejar claro nada más comenzar nuestra charla Dani, que al igual que Verónica, sorprende por la templanza con la que cuenta lo que ha sido su día a día desde ese 21 de julio en el que Kilian llegó al mundo.

«Kilian nació en la semana 27, con 836 gramos», habla ahora Verónica. Fue lo que se considera un gran prematuro: sus pulmones no estaban aún desarrollados y con sólo un día de vida se comprobó que tenía un derrame cerebral muy grande. «La sangre le ocupaba la mitad del cerebro», recuerda esta valiente madre, que cuenta también cómo peleó para que les dejaran poder estar con su pequeño a los dos juntos (en aquella época, las restricciones del covid eran muy estrictas). «Éramos una familia, teníamos que estar juntos», explica aquellas primeras horas de incertidumbre en las que, nos cuentan, les llegaron a decir que Kilian no sobreviviría.

Pero el bebé, haciendo honor a su nombre (significa 'guerrero') se aferró a la vida. «Aquella vez Dani le cogió y se lo puso sobre el pecho, en contacto con su piel, y yo tengo la teoría de que el niño se salvó por eso», dice convencida Verónica, que durante las primeras semanas de vida de su pequeño no dejó de ir a visitarle, cogerle y tocarle todo lo que le estaba permitido.

Con su amor y el de Dani, el ingente trabajo del equipo médico y la fuerza de Kilian, el pequeño «se recuperó prontísimo». Y el 24 de septiembre salía del hospital vestido de guerrero, con ganas de seguir batallando.

Y sólo un año después, el 24 de septiembre de 2022, Dani y erónica hacían realidad aquella promesa firmada en la Escuela de Policía de Ávila: se casaron. «Tenía que ser o el día del cumpleaños de Kilian, o ése», se refieren a la fecha elegida para una boda que recuerdan como «el día de nuestras vidas» y que fue, también, la del bautizo de su hijo, un pequeño con alma de 'poli'.

«La verdad es que no teníamos fecha pensada para la boda pensada, y cuando nació Kilian todo pasó a un segundo plano, sólo queríamos que sobreviviera», sigue descubriéndonos su historia Dani, al que le hacía muchísima ilusión tanto caminar con su esposa bajo los sables de sus compañeros como poder casarse vestido de gala algo que, además, quiso también para su pequeño.

Ahora, una vez convertidos en marido y mujer, Dani yVerónica centran sus esfuerzos en el desarrollo de Kilian. «Debido a su lesión cerebral tiene dificultad en la evolución», cuenta Verónica. «Tiene un año y medio pero aún no se sienta, no gatea... Acaba de empezar a coger cosas con la mano izquierda, porque con la derecha no puede», explica la joven madre, que habla también del importante esfuerzo económico que les supone proporcionarle todas las terapias que precisa.

Porque Kilian acude a sesiones de fisioterapia en piscina y recibe la visita de otra fisio en su casa para despertar sus conexiones cerebrales, además de recibir la atención que les propicia la Comunidad de Madrid. Todo es poco.

«Él va evolucionando, aunque nadie sabe hasta dónde va a a poder llegar, dependerá mucho de lo que podamos estimularle y de lo que consiga él», nos dicen los padres de Kilian, que cuentan también con la ayuda de la asociación Run4Smiles, centrada en el apoyo a familias como la de nuestros protagonistas, con pequeños con lesiones cerebrales. 

«Nos han concedido ya una beca», nos cuenta Verónica, que anima a todo el mundo a colaborar con la causa. «Que sepan que ayudan un montón», sonríe, y recuerda, por ejemplo, la carrera que ellos mismos protagonizaron el pasado 18 de diciembre con Run4Smiles.

Para dar a conocer su caso y tratar de ayudar a aquellos que estén pasando por lo mismo, los padres de Kilian cuentan con un perfil en Instagram (@kilianelguerrero) y Tik Tok.