Francisco I. Pérez de Pablo

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Francisco I. Pérez de Pablo


Decadencia de la UNED

07/06/2022

Pérdida progresiva de fuerza, intensidad e importancia. Decadencia es lo que hace algunos años viene ocurriendo en el Centro Asociado de la UNED en Ávila, acentuándose desde 2016 con el cambio en su dirección y coordinación impuesto desde la sede central y que ha venido a confirmar su desmantelamiento. Con casi medio siglo de vida, desde que en mayo de 1980 la Diputación Provincial de Ávila –a través de la Fundación Cultural 'Santa Teresa'– solicitara la creación de este centro estatal, la UNED fue parte importante de la vida social y cultural de una Capital de Provincia carente de estudios universitarios propios (la Universidad de Salamanca desatendía su distrito universitario), de los que afortunadamente hoy si se cuenta de manera privada.
Los responsables políticos de entonces optaron por dar a los abulenses un acceso a distancia a estudios universitarios. A partir de ese momento cientos de abulenses pudieron, no sin esfuerzo, acceder a licenciarse en diversas titulaciones. El perfil del alumnado primordialmente era de trabajadores –funcionarios en su mayoría– muchos de los cuales accedían a través del acceso a mayores de veinticinco años. La profunda crisis económica de mediados de los ochenta hizo que un alto número de quienes terminaban el COU y la consiguiente selectividad decidieran también iniciar sus estudios superiores cerca de casa con el consiguiente ahorro familiar.
Fue la implicación personal de abulenses como JL Gutiérrez Robledo o Javier Bengoechea (fallecidos) y otros muchos, junto con un elenco de abulenses como profesores tutores (muchos hoy suprimidos) los que hicieron que el centro de la UNED en Ávila alcanzara su máximo apogeo. Este periódico el pasado viernes en la sección titulada «Hace 25 años» –pág. dos–, recogía lo siguiente: «Alrededor de 2.600 alumnos y 500 profesores se darán cita en la VII de los cursos de verano de la UNED… De los 77 cursos que tendrán lugar en distintos puntos de España 42 serán en la Capital Abulense» (60%). Ávila este año solo acogerá 13 cursos (9%) de los 142 cursos programados a nivel nacional (66 sedes), y sigue a la baja en lo que es una clara y evidente muestra de deslocalización de la UNED de Ávila. 
Quienes hoy lean esta columna recordarán las multitudinarias verbenas nocturnas que se organizaban en el colegio de huérfanos ferroviarios sede de unos cursos que durante un mes hacían casi imposible reservar mesa en alguno de los restaurantes, mientras hoteles, hostales y taxis colgaban el cartel de completos. Ello unido a los ponentes y conferenciantes de primerísimo nivel que acudían y los miles de alumnos que en los tiempos libres paseaban y conocían la ciudad, Gredos y las principales localidades provinciales, hacían que Ávila fuera emblemática referencia nacional en los veranos universitarios proyectando su imagen exterior. Solo queda el recuerdo.
Se pueden poner o buscar cientos de excusas y argumentos (tecnología, planes de estudio, tendencias o competencia etc.), pero quien quiera buscar en el exterior el problema debería mirar antes hacia el interior de un centro que no es ni la sombra de lo que fue ni de lo que no será. La UNED además de la propia función social educativa, en Ávila cumplía una indudable función económica para el sector servicios, al menos un mes al año. Ahora que desde el Gobierno se manosea el término de la España vaciada, la UNED –Universidad Nacional– contribuía en una parte si quiera pequeña a que Ávila estuviera menos vacía, por lo menos en los veranos.