Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) en la provincia de Ávila dejan una noticia buena y otra mala. La buena es que la cifra de parados registra una caída anual del 11 por ciento pasando de los 13.700 de abril de 2018 a los 12.200 de este año, y la mala es que la situación del mercado laboral abulense ha empeorado significativamente en el primer trimestre de este año con una subida de 2.575 desempleados con respecto al cierre del año pasado, cuando este mismo indicador fijaba en 9.625 el número de parados en la provincia, lo que supone un incremento del 26,7 por ciento.

La tasa de paro en la provincia abulense después de estos datos se queda en el 17,69 por ciento, la más alta de la región, que tiene una media del 14,46 por ciento, y también por encima de la cifra estatal, que es del 16,74.

Los datos de la EPA cifran en 7.000 a los parados entre los hombres de la provincia, con una tasa de paro masculina del 18 por ciento, y en 5.200 las mujeres, con una tasa de paro femenina del 17,69 por ciento. Según esta estadística en Ávila hay un total de 56.300 personas ocupadas, de las que 31.900 son hombres y 24.400 mujeres, registrándose una tasa de actividad total del 50,81 por ciento, siendo del 57,15 en el caso de los hombres y del 44,34 en el de las mujeres. Mientras, los activos son 68.400, de los que 38.800 son hombres y 29.600 mujeres.

De los más de 56.000 ocupados, 39.400 lo están en el sector servicios, 7.000 en la industria, 5.300 en la construcción y 4.500 en la agricultura.

Del total de parados, 500 corresponden a parados que buscan sus primer empleo, de los que 300 son hombres y 200 mujeres.