El barrio de San Nicolás tiene su propio Belén. Y lo tiene porque los vecinos han querido implicarse y han tenido un magnífico resultado. Este mismo domingo podía verse este Belén viviente en los aledaños de la iglesia de San Nicolas, primero formado en su totalidad para que los visitantes lo observaran desde el exterior y luego pudiendo entrar y recorrerlo.

Y lo que encontraban en ese recorrido no podía ser más entrañable, un niño cuidando un corral con sus propias gallinas en el interior y ovejas (estas no de verdad) en el exterior, un huerto con sus tomates y lechugas y unas lavanderas que estaban dejando la ropa impecable con el agua que corría por el río. El ebanista no dejaba de trabajar la madera, había una panadería, ropa tendida… y evidentemente todo lo que tiene que ver con el Belén, el portal con la Virgen, San José, el ángel y sus animales, el castillo de Herodes, pastores o los Reyes Magos que iban a adorar al niño.

Todo estaba perfectamente montado y los vecinos pasaron por las diferentes escenas y lo hicieron en buen número a pesar del frío.

Este Belén es el resultado del trabajo de la Asociación de Vecinos San Nicolás, cuya presidenta, Natalia Vallejo, explica que tras la triste Navidad del año pasado, especialmente para los niños, en esta ocasión se iba a organizar todo lo que se pudiera al aire libre. Y en un mes se ha montado este Belén con la colaboración de más de 40 vecinos que han ido aportando trajes y objetos antiguos para poder hacer la recreación. Todo ello con un «resultado satisfactorio».

Y en esa satisfacción tiene que ver que se han podido apañar con lo que han recogido más allá de tener que hacer un par de trajes o el horno con cartón.? Y con ello han montado un Belén viviente del que pueden disfrutar todos los vecinos.