Pablo Casado cerró ayer la Convención Nacional del Partido Popular con un largo discurso lleno de contenido político con el que quiso sentar las bases de lo que piensa y defiende su partido ante los próximos retos electorales, empezando por las «decisivas» elecciones municipales y autonómicas de mayo en las que quiere que su formación vuelva a aglutinar el voto del centro-derecha como trampolín para recuperar La Moncloa. Por eso, el presidente del PP hizo un llamamiento muy claro a los votantes de Vox y de Ciudadanos que antes votaban al PP para que vuelvan a elegirles porque «aquellos que se fueron a buscar al PP fuera del PP no lo han encontrado ni lo van a encontrar», aseveró.
Y es que, a su juicio, «no basta con ponerse el disfraz del PP ni versionar en un karaoke los temas populares» porque, recalcó, aunque «muchos quieren imitarnos, no les sale». Casado empleó buena parte de su intervención para dirigirse a todos esos exvotantes a los que emplazó a hacerse una pregunta: «¿Hoy España se parece más o menos a la España que ellos deseaban?». Su respuesta es que, «en la práctica, menos PP está resultando ser menos España» y, por el contrario, «menos PP es más separatismo, más populismo y más oteguis» porque, añadió al respecto, «cada voto menos para el PP ha sido un paso más para los enemigos de la nación».
Consideró que el partido no se tiene que mover de sus posiciones tradicionales para recuperar el espacio electoral que ha perdido. Al contrario, opinó, lo que tiene que hacer es mantener las raíces de sus valores, fortalecer sus principios y ampliar sus ideas para cobijar más gente debajo.
El objetivo que busca Casado es que los votantes les vean como «el punto de encuentro de esa gran mayoría de gente centrada que rechaza cordones sanitarios y exclusiones tácticas», agregó en clara referencia al rechazo mostrado por Cs a Vox a la hora de buscar un pacto en Andalucía. Por eso, argumentó, el PP es el único partido que garantiza «que una mayoría social de centro-derecha como la que hoy existe en España, se convierta realmente en un Gobierno de centro-derecha eficaz».
Casado desgranó un decálogo de actuaciones que tiene en mente para cuando recupere el poder. En lo relativo a Cataluña fue muy contundente y prometió «poner orden» para liberar «a toda una sociedad secuestrada por una banda de fanáticos, racistas y supremacistas», que además tienen al Gobierno de España «en sus manos» y prometió aplicar «sin límite de tiempo» el artículo 155 de la Constitución.