Reencuentro con la procesión del Corpus en Nava de Arévalo

E.C.B
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La localidad morañega celebró el día grande de sus fiestas con misa solemne y la procesión que recorrió con la custodia bajo palio las calles, con parada en los cinco altares instalados junto a la iglesia y en los distintos barrios

Reencuentro con la procesión del Corpus en Nava de Arévalo

Nava de Arévalo vivió este jueves su gran celebración del Corpus Christi, una fiesta de reencuentro tras estos dos años de pandemia que tuvo como actos principales la misa solemne en la iglesia y la posterior procesión por las calles del municipio, con parada en los cinco altares por los que pasaba la comitiva.

Iván y Anibal fueron los niños que con sus trajes de Primera Comunión, el sacramento que han recibido este año, formaron parte importante de la comitiva, al ser los encargados de ir tirando pétalos de flores durante el recorrido.

Fue una de las imágenes que dejó este día del Corpus, pero también el olor del tomillo, la custodia que bajo palio fue encaminándose hacia cada uno de los altares con sus alfombras (el primero correspondiente al Ayuntamiento y a la Iglesia, hecho con sal y café, y otros preparados por particulares), donde se escuchaban cánticos y se rezaba el Padre Nuestro, y los 'enramajes' que tradicionalmente se colocaban en las casas donde había mozas casaderas.

Con la música y un pequeño desfile comenzó el día grande de las celebraciones en Nava de Arévalo antes de dirigirse a la iglesia para ser parte de la eucaristía, a la que no faltó el alcalde, Enrique Rodríguez, acompañado por diferentes autoridades como el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández, el presidente de la Diputación Provincial, Carlos García; la diputada Alicia García, el senador Vidal Galicia, el procurador David Beltrán y regidores de municipios vecinos.

Todos ellos celebraron el día «más importante para el pueblo, en el que llevamos al Señor, que es nuestro patrón, en procesión» al que se «honra con cinco altares y sus alfombras», comentó el alcalde, quien explicó que «las fiestas se están viviendo con una alegría inmensa, tras dos años sin salir en procesión».