El Centro de Día que tiene Cruz Roja en las dependencias del Centro Residencial Infantas Elena y Cristina cerrará cuando finalice este mes. Según confirma la organización, ya se ha enviado una carta explicando la situación tanto a trabajadores como usuarios.

 El secretario provincial de Cruz Roja en Ávila, Ylia Aguilar, señala que el centro de día ahora mismo tenía 13 usuarios cuando en 2015 ha llegado a tener 36 y se ve el descenso de personas usuarias cuando hay «mucha oferta pública de plazas». Señala que llevan «años» hablando con las diferentes administraciones públicas para el concierto de plazas, para ver una solución porque «ahora mismo hay mucha oferta, muchas plazas, y nosotros solo tenemos 13 personas usuarias».

Por otra parte, explica que el centro estaba subvencionado «por IRPF, por subvención, y este año no recibimos ninguna subvención».

En definitiva, señala que «Cruz Roja tiene que estar en aquellos sitios, aquellos programas, donde no llega el resto, donde se nos necesita, y ahora mismo el centro tenía 13 usuarios y no tenía subvención».

Afirma que es una decisión que les ha costado mucho porque es «un centro que funcionaba muy bien» y además reconoce que «va a tener que haber despidos» porque hay «puestos del centro que nosotros no tenemos en la provincia. El personal que hemos podido lo vamos a recolocar. No hemos despedido a todo el mundo», señala. Pero sí hay personal del que se va a prescindir.

Señala que se ha informado «a los trabajadores», de ese cierre el 30 de junio, e insiste en que tienen «muchísimos proyectos en Cruz Roja y hay otros que también se terminan» y ahora mismo se está concursando en la teleasistencia y hay otros proyectos que se acabaron porque no les dieron subvención «porque funcionamos como auxiliar de los poderes públicos».

«Nosotros gestionábamos porque teníamos una subvención que la administración nos daba para gestionar un centro y hemos intentado mil maneras para concertar plazas, buscar, pero en realidad es que hay muchas plazas. Se va a abrir un centro nuevo», insiste.

Es cierto que llevaban mucho tiempo con el servicio pero «la pandemia ha sido dura porque las personas que había en el centro tenían unos condicionantes que muchos de ellos no se han podido volver a incorporar al centro» y llegan a un punto, afirma, «que más nos duele a nosotros como organización tener que cerrar un centro, pero también antes hacíamos un servicio de ambulancia que ahora no hacemos. Las cosas evolucionan y Cruz Roja está para llegar a donde no llegan otros. Ahora mismo hemos abierto un centro con cien personas refugiadas ucranianas y tenemos otros tipo de programas». Al final, dice, tenemos que colocarnos «donde la sociedad nos necesita» y «lamentablemente también funcionamos por subvenciones porque no podemos hacer pagar a las familias cinco veces más por un centro». Y sobre todo, insiste, es que «es un recurso donde hay muchas plazas públicas y van a abrir centros nuevos». En este sentido explica que cuando han ido a pedir ayudas a las administraciones públicas les han dicho que «ellos tienen plazas».