Puede haber algo mejor que pasar los días del mes de julio entre amigos, practicando todo tipo de deportes y combatiendo el calor con refrescantes baños en la piscina? El plan, sin duda, es súper apetecible.Sobre todo cuando se tienen entre siete y doce años y todo un verano por delante.
Pues eso es de lo que están disfrutando, y a lo grande, los 90 niños que este año se han unido a los Campamentos Urbanos Municipales, actividad que este miércoles visitaron el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y la concejal responsable del área de Servicios Sociales, Paloma del Nogal.
Ejerciendo de anfitrión en la visita se encontraba Roberto Garcinuño, reponsable de Woody Events, la empresa concesionaria de una actividad totalmente afianzada en el calendario veraniego municipal y que se celebra en distintos emplazamientos.
Aunque, quizá, del que más disfrutan los niños sea del de las piscinas municipales. Chapuzones y baños al sol que saben a gloria cuando se ha trabajado duro durante todo el curso.
«Esta actividad está pensada para ayudar a conciliar la vida laboral y familiar», apuntó en primer término Sánchez Cabrera, que explicaba así cómo los padres pueden dejar a los niños durante todo el mes de julio en una actividad de la que, además, disfrutan mucho, mientras ellos están trabajando.
Y es que los Campamentos Urbanos Municipales se desarrollan durante todo el día. De nueve de la mañana a siete de la tarde los niños se meten de lleno en un torrente de actividades que incluye desde talleres de manualidades a sesiones deportivas o los ya mencionados baños en la piscina.
«Tienen actividades lúdicas, de ocio, deportivas...», abundó en la idea el primer edil, que destacó que si bien el programa se repite desde hace años, en cada cita se busca «innovar», pensando sobre todo en aquellos niños que repiten verano tras verano.
«La verdad es que el programa está saliendo bien al cien por cien», apuntó por su parte Garcinuño, que se refería no sólo a lo bien que se lo pasan los niños sino, también, al hecho de que no se haya detectado en todo el tiempo que se ha prolongado ningún positivo de covid.
Eso ha sido gracias a muchos factores. Entre ellos, señaló el director de la actividad, a las medidas higiénico sanitarias adoptadas y a la organización de los niños en grupos burbuja.
Este año, la novedad ‘retomada’ de años previos ha sido una excursión a Candeleda, que el año pasado por motivos evidentes no pudo hacerse. «Ha sido muy gratificante, porque para muchos niños era su primer baño en un río», dijo ilusionado Garcinuño, que se despidió hablando de otro de los ‘pluses’ del campamento: la velada que tuvo lugar ayer mismo y que, eso sí, no pudo completarse con una pernoctación en el centro.