Cuenta atrás para el fin de las cabinas

E.Carretero
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La Ley de Telecomunicaciones, aprobada a finales de abril, es la estocada definitiva a estos elementos del paisaje urbano. En Ávila quedan 72 equipos que pronto pasarán a la historia

Cuenta atrás para el fin de las cabinas - Foto: David Castro

Aunque para la mayoría pasan desapercibidas, y de hecho ahora mismo le cueste recordar dónde hay una, lo cierto es que las cabinas telefónicas han pervivido hasta nuestros días, en los últimos años prácticamente sin uso,  como un elemento más del mobiliario urbano.  No en vano, desde hace tiempo más de la mitad de ellas no reciben ni una sola llamada al año. Sin embargo, la cuenta atrás para su desaparición ha comenzado y estas supervivientes tienen los días contados. Y es que tras varias moratorias, la Ley General de Telecomunicaciones que se aprobó a finales de abril ha supuesto la estocada definitiva para estos elementos del paisaje urbano que en otros tiempos tuvieron uso, y mucho, tanto que los que tenemos cierta edad aún recordamos que a veces había colas para llamar, algo ya impensable debido a la proliferación de la telefonía móvil. La nueva normativa da el visto bueno a la eliminación definitiva de elementos obsoletos como las cabinas telefónicas y las guías telefónicas que hasta ahora habían pervivido al ser consideradas un servicio público. 

De las 14.800 cabinas de teléfono que han llegado hasta nuestros días en todo el país, y que de media registraban 0,17 llamadas al día,  en Ávila hay  72, una veintena de ellas en la capital abulense y el resto en la provincia. En breve no quedará ninguna.  De hecho, en 2018 estos elementos del mobiliario urbano deberían haber llegado ya a su fin, si bien un real decreto prorrogó su existencia, obligando a TTP Cabitel, filial de Telefónica, a hacerse cargo del mantenimiento de este servicio que ya entonces era deficitario no solo por falta de uso sino también por los costes de mantenimiento de las mismas, fruto además de constantes actos de vandalismo. De hecho, ninguna empresa concurrió al concurso que el Gobierno licitó para explotar este servicio una vez que pasados cinco años desde que finalizó el último contrato, adjudicado entonces a la referida filial de Telefónica. 

Es más, en 2020 incluso el Tribunal Supremo dio la razón a los que reivindicaban que las cabinas eran un elemento obsoleto , pero no ha sido hasta la aprobación de Ley de Telecomunicaciones cuando Telefónica podrá empezar a retirar estos equipos cuyo desmantelamiento, apuntan desde la compañía, se llevará a cabo conforme a «acuerdos» con los respectivos ayuntamientos. De momento, en Ávila no hay fecha para su retirada, pero lo que está claro es que en breve estos elementos dejarán de formar parte del paisaje urbano.