El auditorio de San Francisco acogió en la tarde de ayer la conferencia del coronel de Infantería DEM, Pedro Sánchez Herráez, analista del Área del Magreb-Sahel del Instituto de Estudios Estratégicos de la Defensa. Habló de un problema que preocupa y mucho a España y a Europa: la situación del Sahel, al Sur del Sahara; una franja que abarca todo el centro de África, desde mauritania-Senegal-Mali hasta Eritrea-Etiopía. El acto estaba organizado por la Subdelegación de Defensa y la Universidad Católica de Ávila.
Esta zona de África se encuentra sumida desde hace tiempo en una tremenda crisis por una mezcla de factores ambientales, crecimiento demográfico y terrorismo y que en los últimos años se ha desbocado la situación. "Se habla de tormenta perfecta en el sentido de que las cosas van a peor", señala el coronel Sánchez Herráez, quien sostiene además que aunque este territorio nos parezca que está muy lejos de Europa, "desde hace siglos son espacios interconectados con España y con Europa y en un mundo global no hay ningún espacio ni remoto ni lejano. La crisis nos afecta directamente". "De hecho -prosigue afirmando no tenemos más que ver la televisión cada día para ver la cantidad de migrantes que vienen huyendo de la seguridad de la zona, para que nos demos cuenta que si que es una situación que nos afecta".
Indicó también que España participa en todas las misiones de la Unión Europea que están en África. En concreto participa directamente en la misión de Malí, en la instrucción del ejército de Malí. A través de la Guardia Civil participa en una misión de la Gendarmería Europea para formar un equivalente a la Guardia Civil en Malí para intentar paliar esos problemas de seguridad. También toma parte en la Misión Multidimensional Integrada de Estabilidad de las Naciones Unidas en Malí (Minusma) y en toda una serie de misiones no solo en Malí sino en todo el Sahel, con elementos de todo tipo: militares, políticos, diplomáticos para contribuir a la paz y seguridad de la zona.
La presencia del coronel Pedro Sánchez en esta zona ha sido esporádica, pero en su labor actual es el analista del área Magreb-Sahel. También ha pasado varios años destinado al norte de África, por lo que conoce toda esta zona.
Comentó que en un mundo global cualquier agujero en la seguridad nos afecta a todos. "Malí y el Sahel son la frontera sur de Europa y la frontera sur de España. Y todo lo que ocurra en la frontera es preocupante y potencialmente peligroso. Sin olvidar que hay 88 millones de personas que viven en la zona, que tienen una tormenta perfecta de inseguridad, hambre y de falta de gobernanza". Por ello aclara que si nuestros vecinos y amigos están en unas condiciones de seguridad mejor, nos afecta directamente desde el punto de vista de nuestra seguridad. Pero aunque no fuera así, por el mismo sentido de humanidad y de concepción global de la paz y del ordenamiento internacional, sería necesario intervenir. No solo se interviene por medios militares, sino también a través de medios policiales y políticos y a través del desarrollo por medio de agencias de desarrollo gubernamentales y no gubernamentales que trabajan en la zona. Se van creando pequeños focos de seguridad que se van ampliando al resto del territorio, pero son países muy extensos y muy poblados. Se hace lo que se puede. Lo que ocurre es que los malos, los terroristas, lo que les interesa es que la zona siga desestabilizada. Así ellos obtienen sus beneficios económicos, entrenan a los terroristas. Con lo cual es la lucha eterna entre el bien y el mal".