Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


La legislatura se va a hacer larga

28/05/2022

El último en avisarlo fue el portavoz socialista en el Congreso, Héctor Gómez, en su vehemente y atropellada intervención en el Pleno del Congreso sobre el doble escándalo del espionaje con Pegasus, cuando afirmó que al PP se le iba a hacer la legislatura muy larga. Lo que queda de ella. Pero a la vista de las discrepancias internas entre los socios que se sientan en la mesa del Consejo de Ministros, la quiebra de relaciones fluidas con los socios de la investidura y la posición del PP que se ha dado cuenta que desgasta más al Gobierno apoyándole cuando lo necesita que con una oposición 'casadiana' de no a todo, la legislatura, sino larga, si va a ser muy densa para todos.  

Lo ocurrido en la votación de la Ley Audiovisual, en la que los diputados del PSOE y los de Unidas Podemos han votado de forma distinta -las discrepancias de voto en otras iniciativas parlamentarias no tenían la misma trascendencia- supone una muestra más de la desconfianza entre los dos partidos coaligados. Cuando tantas veces los socialistas han acusado a Unidas Podemos de deslealtad, en este caso han sido ellos los que han introducido enmiendas por la puerta de atrás y se han ganado la animadversión de un sector cultural en el que, según en qué momentos, ha mostrado mucho apoyo al PSOE. La abstención de los populares, junto a UP, permite sacar adelante una ley que beneficia a las grandes productoras y a las cadenas de televisión privada y que perjudica a los productores independientes. Unos hechos que justificarían la abstención del PP en una ley con la que no están de acuerdo ni consideran que es la que el país necesita, para evitar una multa millonaria de la Unión Europea a España. Pero tampoco debe olvidarse que la derecha española más que una defensora de la labor de los cineastas nacionales es una de sus principales detractores.      

O sea, o el Gobierno en su conjunto deja de sumar tensiones y desencuentros o la legislatura también va a ser muy larga para los dos partidos que lo componen, porque hasta el momento en que se vislumbre el final técnico de la legislatura y se produzca la ruptura tendrán que seguir caminando juntos, -máxime si ERC sigue en la tesitura de votar en contra de las decisiones más importantes-, o el debate interno será una rémora electoral cuando se convoque a las urnas. Discrepancias que pueden impedir que salgan adelante o que puedan llegar a decaer leyes importantes que configuraban parte central del acuerdo de gobernabilidad, la reforma de la ley "mordaza", la de Vivienda y la Memoria Democrática.  

Si, como parece ser, no ha habido negociación entre socialistas y populares para sacar adelante la ley Audiovisual, y el PP habría votado en función de sus propios intereses, la discrepancia en el voto habría sido una crisis acotada en el tiempo. Pedro Sánchez ha minimizado el encontronazo en la primera oportunidad al hablar de su 'equipazo' de Gobierno.  

La legislatura se va a hacer muy larga para todo el mundo, además, porque la crispación no tiene visos de amainar. Incluso la esperanza que supuso la llegada de Núñez Feijóo a la dirección del PP para rebajar el ruido de la vida política se acaba de venir abajo, porque acaba de afirmar que no quiere participar en ningún teatro del 'partido sanchista'. Ni tan siquiera en una cuestión de Estado como la reforma de los servicios secretos