Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


Proyecto Life Duero: mito o realidad en el Adaja

02/12/2020

LA semana pasada en esta misma columna mencionaba  la necesidad de depurar nuestras aguas, desde las entidades de población más grandes hasta los pueblos más pequeños donde con una mínima inversión de una depuradora simple o un filtro verde se podrían solucionar o minimizar de forma sustancial muchos de esos problemas...
Hace sólo un par de días, Diario de Ávila anunciaba una buena noticia: la reactivación del proyecto Life Duero con un presupuesto de más de 12,5 millones de euros, que tratará de mejorar los ríos abulenses, sobre todo en la vertiente norte, entre los que se encuentra el maltratado Adaja, que pasa por la capital.
Me temo, y espero equivocarme, que uno de los principales problemas del Adaja no se va a solucionar. El embalse de las tormentas obsoleto desde su construcción y el vertido de las alcantarillas de residuales al cauce del río cada vez que llueve, matando todo ser vivo que exista en su cauce, es ya un asunto endémico en nuestra capital que parece no tener remedio. Incluso existe algún vertido directo puntual (pero demasiado frecuente) a Las Cogotas, y fácil de identificar de dónde proviene.
Si realmente quiere recuperarse el río Adaja hay que tomárselo en serio y tal vez sea esta la oportunidad que se necesitaba para devolver a nuestro río, y a los otros del proyecto, parte de su riqueza original. Da mucho miedo que esta inversión se utilice para lo ‘fácil y menos efectivo’ como hacer y señalizar caminos, cortar vegetación ribereña y actuaciones de simple postureo. Porque en los textos iniciales se habla de ‘poner en valor el patrimonio natural de estos ríos’, algo muy loable, pero hay que solucionar primero el problema inicial que es la contaminación de sus aguas que en el caso del Adaja ya la tiene casi desde su nacimiento, pasando después por el Amblés, y permaneciendo totalmente muerto, un buen tramo, al atravesar nuestra ciudad. El embalse de Fuentes Claras además huele a cloaca y el de Las Cogotas presenta un alto grado de eutrofización.
Poco tiene que ver nuestro río con el de hace medio siglo en el que sus peces se mantenían inmutables cuando se pescaban debido a la composición de sus aguas; en el que incluso se capturaban truchas en El Soto y en el trampón de la fábrica de Harinas.
Ahora podría ser la ocasión de resolver parte de esa importante problemática, en lugar de dedicarse sólo a poner carteles, hacer caminos y decir lo mucho que se hace, pero sin hacer nada especial. :-(