El Departamento de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española subraya la importancia de defender, como creyentes, la protección de la vida y de la dignidad de las personas en el ámbito laboral y reclama el cumplimiento de la ley «en toda su extensión». Así lo dejaron patente las más de 100 personas venidas de diferentes puntos del país que durante este fin de semana participaron en Ávila en las XXVIII Jornadas Nacionales de Pastoral del Trabajo, centrada en la situación de la seguridad y la salud en el trabajo.

El director de dicho departamento, Antonio Javier Aranda López, explicó que la temática de estas jornadas se decidió porque «estamos viendo que en los últimos años los índices de accidentabilidad y de muertes están aumentando, y por eso veíamos conveniente hacer una reflexión sobre las causas y qué podemos hacer como creyentes ante esta situación».

«Estamos viendo que la ley no se cumple en toda su extensión y en el mejor de los casos lo que se intenta es aparentar el cumplimiento de la normativa que protege la salud de los trabajadores», comentó Aranda, quien añadió que «también estamos viendo que hay una gran relación entre la precariedad laboral y la pérdida de salud e incluso la muerte en el trabajo. Hay una relación entre la temporalidad en el trabajo y esta pérdida de salud, fundamentalmente porque el trabajador no acaba de adaptarse a su puesto de trabajo, no tiene la suficiente formación para las labores que desempeña y esto hace que tenga accidentes que no debería tener si la normativa se cumpliera en sus términos».

Como creyentes, desde la Pastoral del Trabajo apuntaron la necesidad de «defender la protección de las vidas en el trabajo, porque es una etapa más de las personas en la que tenemos que reivindicar el valor sagrado de la vida. También la Iglesia nos habla de la dignidad de las personas y de los trabajadores y hay que respetarla, poniendo la normativa laboral al servicio de esa dignidad y que se salvaguarde la salud y la vida de los trabajadores».

Este domingo, tras una eucaristía presidida por el obispo de Osma-Soria y responsable de la Pastoral del Trabajo, Abilio Martínez, los participantes en estas jornadas realizaron un acto en el Mercado Grande para visibilizar el «drama humano» de la siniestralidad laboral.