Un rico patrimonio musical en la provincia

P.R.
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Más de un centenar de órganos dispone esta provincia. Por su importancia histórica, se deberían de recuperarse los órganos de las parroquias de San Juan, San Pedro y el de la Encarnación

Un rico patrimonio musical en la provincia

Más de un centenar de órganos de tubo catalogados en la provincia de Ávila ponen al descubierto la importancia musical de esta provincia. Una riqueza patrimonial musical que deberíamos aprovechar. En el año 2002 se publicó el catálogo de los órganos de tubos que hay actualmente en la Provincia de Ávila: algo más de un centenar, más dos que ahora están fuera de la Provincia : uno en el  Museo de la Música de Barcelona, restaurado y proveniente del Monasterio de ‘Las Gordillas’ y  otro, el órgano de Martín Muñoz de las Posadas, proveniente del Convento de La Santa, en Ávila.

 Se trata de un número significativo que habla de un pasado musical exuberante, e importante de esta provincia. En la ciudad de Ávila son 17 los instrumentos que hay en la actualidad, de los que en funcionamiento están 13 instrumentos, si bien algunos de ellos precisan restauración ( Convento de Gracia, Iglesia de Santiago, Capilla de San Segundo de la Catedral,  órgano lado sur del Coro de la Catedral), según los datos facilitados por Francisco Javier López, presidente de Organaria y organista de la Catedral

En la capital, por la importancia histórica del templo, se deberían restaurar los instrumentos de las parroquias de San Juan Bautista , San Pedro y órgano grande iglesia de la Encarnación), según valora  Francisco Javier López .

En la provincia en estado de uso se encuentran diez instrumentos. Son los siguientes: Las Navas del Marqués, Fontiveros, Orbita, Parroquia de Santo Domingo de Arévalo, Madres Agustinas de Madrigal de las Altas Torres, Ermita de Nuestra Sra. de las Fuentes en San Juan del Olmo, El Barco de Ávila,  Madres Benedictinas de El Tiemblo, Parroquia de Arenas de San Pedro y Piedrahita, aunque este último precisa  una restauración.

Procedencia. La mayoría de los instrumentos son del siglo XVIII (+60%) . Del siglo XX son la reforma del órgano del lado Sur del Coro de la Catedral (1923-1971), Capilla de Los Velada de la Catedral (1984), Convento de la Santa (1902), Convento de Mosenrubí ( 1912), Convento de Santa Ana (1913), Compañía de Santa Teresa (1975). En la provincia sólo el órgano del Monasterio de las Madres Benedictinas es de reciente adquisición por la comunidad.

Algunos instrumentos no conservan ningún tubo por lo que se les ha dado otros usos como retablo (ejemplo Villatoro) o confesionario (el realejo de la Catedral que pasó a mueble confesionario en la Iglesia de San Nicolás de Ávila).

La familia de los Gil: Isidro, su hijo Nicolás y José, fueron la familia que más órganos construyó en la provincia de Ávila, como ocurre también en sur de Valladolid y en Segovia. Su taller estaba en la localidad  vallisoletana de Cervillego de la Cruz.

La mayoría de instrumentos corresponden al prototipo de órgano barroco español: Tamaño medio, un teclado de 45 notas, registros partidos. Sólo dos instrumentos de la provincia tienen dos teclados, el de El Barco de Ávila y el de las Madres Benedictinas de El Tiemblo. 

En la capital conviven instrumentos de tamaño medio, prototipo del órgano barroco español (45 notas, un teclado, registros partidos, lengüetería o trompetería de batalla), con instrumentos más grandes como el de la Catedral (2 teclados) e instrumentos modernos con dos teclados manuales y un teclado de pedal (La Santa, Mosen Rubí, Santa Ana, Noviciado Santa Teresa, Lado Sur del Coro de la Catedral).

Catálogo. El año 2002 se publicó el catálogo de los órganos de tubos que hay actualmente en la Provincia de Ávila: 101, más dos que ahora están fuera de la Provincia. Un número significativo que habla de un pasado musical exuberante. De esos 101 órganos catalogados, 16 están en uso (8 en la Capital y otros 11 en la Provincia). Naturalmente, unos mejor conservados que otros. Unos 15 (lado norte de la Catedral, capilla de Mosén Rubí, Fuentes de Año, Adanero, Cardeñosa...) merecerían ser restaurados, por su valor intrínseco o testimonial; unos 25, incluidos algunos de los 15 anteriores (La Adrada, Mombeltran, Cardeñosa Diego Álvaro, San Juan del Olmo...), podrían ser puestos a punto sin muchos problemas; otros 21 costaría trabajo, tiempo y dinero recuperarlos (San Pedro en la Capital, Cebreros...); y de unos 28 apenas queda más que el mueble o parte del mismo, aunque alguno de estos (concretamente el pequeño de Cebreros) es muy interesante por su disposición interna.

De estos órganos 1 es casi con toda probabilidad del siglo XVI; 4 del XVII; 75 del XVIII; 16 del XIX; y 5 del XX. Dentro del siglo XVIII, la mayor creatividad se concentró en la segunda mitad del siglo con 10 órganos en los años 50; 8 en los 60; 12 en los 70; 6 en los 80 y 13 en los 90.

 Los 16 órganos construidos durante todo el siglo XIX, no pueden considerarse mal número, dadas las sucesivas desamortizaciones y exclaustraciones que padeció la Iglesia. Y los del siglo XX, aunque muy pocos, tienen la importancia de incorporar, aunque tardíamente, la estética romántico-sinfónica.

Todos los órganos desde el siglo XVI al XIX tienen las dos primeras características del órgano ibérico: octava corta y juegos partidos entre el DO3-DO#3. La caja de ecos (bien para Corneta, bien para Clarín) se encuentra prácticamente en todos los órganos desde tamaño medio; no en los de pequeño armario. La lengüetería tendida de fachada depende más de las posibilidades económicas del templo, habiendo sido siempre una aspiración de todos. Durante el siglo XIX se acentúa más el gusto por la lengüetería exterior, y se incorporan lentamente los teclados tendidos, completamente cromáticos; aunque el primero que incorpora esta novedad, no por transformación del ya existente, sino por creación original, es el órgano que Leandro Garcimartín hizo para la Catedral en 1828. Muy a principios del siglo XX, en 1903, se construye e instala el primer órgano romántico-sinfónico en el Templo de santa Teresa, obra de Cavaillé-Coll-Charles Mutin. En 1912 Ricardo Rodríguez construye el primer órgano neumático de la Provincia en la Capilla de Mosén Rubí de la Capital.

El organero con mayor número de ejemplares es Isidro Gil: 15. Todas sus obras, en la segunda mitad del s. XVIII (1756 el primero, 1792 el último). Le siguen su hijo Nicolás Gil con 8, y Antonio Muñoz con otros 8. Los anónimos son 23. Los organeros proceden del propio Ávila, como  Antonio Muñoz, o de las Provincias cercanas: Valladolid  (la saga de los Gil: Isidro, Nicolás y José) , Toledo (Miguel Puche, Pedro Llaneza, Francisco Antonio Díaz), Madrid (Ricardo Rodríguez, Organería Española), Segovia (Manuel Pérez Molero, Francisco Ortega y su sobrino Juan de Inés Ortega), Guadalajara (Juan Francisco Verdalonga), Salamanca (el napolitano José Regoli), Badajoz (José de Larrea y Galarza), León (Marcial Rodríguez, afincado en Ávila), sin faltar la savia extranjera (Arístides Cavaillé-Coll).