Sin amistad no hay música. Fue el lema elegido por la coral Amicus Meus para conmemorar el vigésimo aniversario de su fundación. Lo hizo este sábado con un concierto en el Auditorio Municipal de San Francisco, su «casa», junto a sus dos escolanías, Amici Mei y Amici Mei Mini. Los más pequeños subieron los primeros al escenario y, poco a poco, fueron sumándose los niños mayores y poco después los adultos. Ochenta voces que son el «orgullo» de Amicus Meus, destacó su presidente, Ricardo Yuste, dieron la bienvenida al público interpretando juntas una preciosa pieza en torno a la amistad que el numeroso público allí congregado aplaudió emocionado. «No somos profesionales, pero nos une la pasión por la música», destacó Yuste, quien confesó que es precisamente «la amistad» lo que «te hace sentir que formas parte de algo grande».
A la batuta estuvo María García Martín, la séptima directora de Amicus Meus en sus dos décadas andadura, que eligió un repertorio variado para una celebración tan especial. Tratándose de una coral especializada en polifonía sacra, en su concierto de aniversario no faltaron las piezas de Tomás Luis de Victoria, por supuesto. Pero tampoco los villancicos propios de esta época del año, temas populares que fueron muy bien acogidos.