Lluvia de lágrimas por Medinaceli en la Catedral de Ávila

E.C.B
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El agua caída en la noche del Martes Santo en Ávila obligó a la Junta Directiva de la Archicofradía a tomar la dolorosa decisión de suspender la procesión. El Cristo Medinaceli fue bailado por sus braceros, entre aplausos, en el interior del templo

LLuvia de lágrimas por Medinaceli en la Catedral de Ávila - Foto: Isabel García

La lluvia, tan deseada en otros momentos, fue en esta ocasión la peor noticia para los miembros de la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli que, tras dos largos años de espera por la pandemia, vieron cómo el agua caída en la tarde-noche del Martes Santo en Ávila les privaba de salir a las céntricas calles de la ciudad para procesionar.

Las nueve de la noche era la hora marcada para el inicio de esta procesión, símbolo de la sobriedad de la Semana de Pasión abulense, pero mientras la lluvia no cesaba en el exterior, los nazarenos y braceros se preparaban en el interior de la Catedral por si la meteorología mejoraba. De hecho, San Pedro Llorando y Nuestro Padre Jesús de Medinaceli estaban situados a las puertas del templo para abrir el recorrido, mientras el resto de pasos esperaban en los laterales.

La espera se prolongó media hora, pues a las 21,30 horas, el hermano mayor entrante, Jorge Hernández, anunciaba la «dolorosa decisión» que acababa de tomar la Junta Directiva de la Archicofradía. «Tras dos año con muchas ganas por ver a nuestro Cristo y al resto de imágenes por las calles hemos tenido que tomar la decisión de no salir por el bien de las imágenes».

Tras estas palabras se inició la estación de Penitencia en el interior de la Catedral, con unas palabras del obispo de Ávila, José María Gil Tamayo recordando el sufrimiento de la pandemia, y una oración al Cristo de Medinaceli.

A continuación, ya con las puertas abiertas del primer templo de la ciudad para que entrara la gente que esperaba fuera, los braceros de Medinaceli bailaron, entre aplausos, al Cristo al son de la música de las bandas de cornetas y tambores de la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad de Valladolid y de Jesús Atado a la Columna de Medina del Campo.