M. Rafael Sánchez

La mirada escrita

M. Rafael Sánchez


El varón en la encrucijada

14/11/2021

Son muchas las voces que afirman que el feminismo –junto a la revolución tecnológica- es la gran revolución de este siglo. Afortunadamente, somos testigos de ello, de ese cambio en las sociedades en general y en las mentalidades individuales respecto a la mujer. Y volver la vista atrás en la historia, a esa situación de discriminación y sufrimiento que ha vivido a lo largo de siglos y siglos, nos hace reafirmarnos en la importancia de los procesos que estamos viviendo a favor de la igualdad y de la inclusión de la mitad de la humanidad.

Una sociedad viva está en continuos cambios. En consecuencia se producen ajustes y desajustes, aprobaciones y rechazos, adaptaciones e inadaptaciones. Se van modelando comportamientos y modulando actitudes. Algunos de estos desajustes afectan a aquellos varones que no quieren aceptar la igualdad entre sexos y la plena inclusión de la mujer en todos los ámbitos. Aunque esta igualdad e inclusión estén aún lejos de ser plenas, hay quienes reaccionan por momentos con violencia y, en otras ocasiones, con inseguridades. Es el nuevo síndrome del Rey destronado. Exacerban el modelo y rol patriarcal masculino, sienten su masculinidad en entredicho y responden con homofobia, sexismo, cólera… Y, aprovechando esta inadaptación, hay partidos políticos y grupos sociales pescando en este revuelto caladero.

Paralelo a estos cambios –pero no como consecuencia de ellos-, estamos viendo cómo en la escuela e institutos el niño, el adolescente, fracasa mucho más que las niñas. El famoso informe PISA nos dice que a igualdad de edad y condiciones, el rendimiento escolar es mayor en las chicas. Es una generalidad mundial que en España se agrava. Los datos lo corroboran: el 83% de chicas acaban la ESO, mientras que en los chicos es un 73%, dos de cada tres fracasos escolares son de varones, tres de cada cuatro expedientes disciplinarios lo son también, el 80% de los trastornos por hiperactividad les son a ellos diagnosticados…

Causas se están barajando: los chicos dedican una hora menos al estudio que las chicas, debido a sus hormonas son más inquietos y se centran peor, en los ratos libres ellos tienden a los videojuegos mientras que ellas leen mucho más, a veces en las aulas se valora más la docilidad y las niñas se adaptan mejor al sistema… El sociólogo de la educación Mariano Fernández Enguita lo señala: «No cabe ignorar por más tiempo que las dificultades escolares se concentran hoy en los adolescentes varones…" Y a continuación llama la atención en algo de lo que no se habla, la feminización del trabajo docente: "Tampoco parece de recibo cerrar los ojos ante la desaparición de los hombres, varones, de las primeras etapas del sistema escolar. Las mujeres son ya el 98% del profesorado de educación Infantil y el 82% del de Primaria». Y se necesitan modelos masculinos de referencia en esas edades, dentro del espacio escolar, para que la escuela sea reflejo de una sociedad paritaria y equilibrada.

Quien fracasa tiende a reafirmar algún ámbito de sí mismo en el que se reconozca valioso y respetado. El alumno fracasado puede pasar a formar parte de esa bolsa de inadaptados o resentidos de las que se nutren quienes no quieren que esta sociedad evolucione hacia una igualdad real de derechos entre sexos y hacia formas de respeto a la diversidad y convivencia en la tolerancia.