La menor cifra de nacimientos y la mayor de defunciones

M.E
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Con 874 nacimientos y 2.537 muertes, el saldo vegetativo (provisional) de la provincia es de -1.663 personas

Los extranjeros frenan la despoblación - Foto: David Castro

Un 8,2% menos de nacimientos, un 25% más de defunciones y un 35% menos de nacimientos. Estos son, a grandes rasgos, las principales conclusiones que deja para la provincia de Ávila el informe del Movimiento Natural de la Población del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al año 2020, un trabajo que aún recoge datos provisionales pero que, a falta de confirmación, sirve para seguir evaluando el impacto de la pandemia sobre todo en dos indicadores, las defunciones y los matrimonios, impulsando los primeros, sobre todo en el primer tramo del año, y frenando a los segundos por las restricciones derivadas de los estados de alarma. En cuanto a los nacimientos, se acentúa la tendencia a la baja registrada en los últimos años en Ávila, con lo que la caída demográfica continúa.

En concreto, según los datos del INE entre los meses de enero y diciembre de 2020 se registraron en la provincia 874 nacimientos a cargo de madres residentes en la provincia, 78 menos que los de un año atrás, lo que deja un descenso porcentual del 8,2%. La bajada de la natalidad continúa y de hecho en 2020, con esos 874 nacimientos, se volvió a marcar, por cuarto año, la cifra más baja de la serie histórica reciente, que arranca en 1975. De esta manera, Ávila acumula ya tres ejercicios por debajo de los mil nacimientos al año, con 979 en 2018, 952 en 2019 (datos ya definitivos) y los 874 de 2020.

Y si los nacimientos van a menos, las defunciones van a más. Según los datos todavía provisionales que ofrece el INE, a lo largo de 2020 se registraron 2.537 muertes en la provincia abulense. Son la friolera de 511 más que las contabilizados el año anterior, lo que deja un llamativo incremento del 25,2%. La estadística por meses deja las mayores cifras de defunciones en los meses más duros de la pandemia, los de marzo y abril, cuando las muertes se elevaron a 343 y 408, respectivamente, frente a las medias inferiores a 200 de los meses de enero y febrero. 

La cifra de defunciones de residentes abulenses es la más elevada en la provincia de Ávila de la serie histórica reciente y si atendemos al lugar de inscripción, también es la más alta desde el año 1957. 

Con estos números puede decirse que en el año 2020 las defunciones estuvieron cerca de triplicar a los nacimientos, de manera que el crecimiento vegetativo sigue siendo muy negativo y presentó un saldo de -1.663. La tendencia experimentada en Ávila siguió la estela de lo sucedido en el conjunto de Castilla y León.