Un lugar para recordar a los hijos que no nacieron

E.Carretero
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En una iniciativa impulsada por la Red el Hueco de mi Vientre, el cementerio de Ávila se convierte en el tercero de nuestro país en contar con un Rincón Blanco o espacio dedicado a los bebés fallecidos durante la gestación o al poco de nacer

Un lugar para recordar a los hijos que no nacieron - Foto: David Castro

Perder un hijo es el dolor más grande que puede existir». Lo sabe bien Teresa Sánchez, delegada en Ávila de la Red el Hueco de mi Vientre que ha impulsado la creación en el camposanto abulense del tercer Rincón Blanco de nuestro país, tras los puestos en marcha en Comillas (Santander) y Zamora. Se trata de una propuesta que la citada red realizó el año pasado al Ayuntamiento de Ávila y que se ha materializado en forma de un espacio en el camposanto dedicado al recuerdo de aquellos menores fallecidos durante la gestación o los primeros días de vida. 

Uno de los objetivos de la Red  el Hueco de mi Vientre es «dar visibilidad y validar los duelos tempranos», de modo que este espacio se configura como un sitio de encuentro para esos padres y madres que a lo largo de su vida han perdido un hijo de corta edad o no nacido. 

De hecho, la red está haciendo esa labor de divulgación por todo el país e intentando implantar estos espacios dedicados al duelo de padres que han perdido hijos de edades tempranas por distintas ciudades españolas. En el caso de Ávila, el Rincón Blanco, que se inauguró este sábado, se ha ubicado en la zona del cementerio donde anteriormente se inhumaban los restos de los fallecidos durante la gestación y o a los pocos días de vida. 

La inauguración de este espacio, en el que se ha instalado una escultura del artista arriacense Jesús García Trapiello, se ha hecho coincidir con el final de octubre, mes  que a nivel internacional se dedica al recuerdo de la muerte perinatal. 

«Es una escultura preciosísima que tiene detrás una historia muy bonita porque el artista en sus propias carnes ha sufrido una pérdida perinatal», explicó Sánchez en referencia a la obra de bronce que desde este sábado se muestra en el Rincón Blanco del camposanto abulense. 

La Red tiene tres objetivos ya que por una parte ofrece apoyo a los padres que pasan por estas situaciones, tanto de forma individualizada como con grupos de apoyo mutuo y con la finalidad «de que los progenitores que pierden un hijo transiten mejor por ese duelo». Además, la red también realiza una labor de formación, dando cursos al personal sanitario de los hospitales para mejorar esa atención hospitalaria, que es el lugar donde por regla general los padres reciben esa dramática noticia. A la vez, la red también lucha porque se respeten los derechos de los niños que fallecen antes de nacer, y en este caso para que los progenitores «tengan los mismos derechos que cuando son padres de un bebé que nace». 

«Desde el minuto uno esta iniciativa nos pareció muy bonita», recordó el concejal de Servicios a la Ciudad, Javier Ajates, al hablar de la propuesta que el Ayuntamiento de Ávila recibió hace un año de la Red el Hueco de mi Vientre para poner en marcha en el camposanto abulense el Rincón Blanco que quedó inaugurado este sábado con presencia de familias que han pasado este duelo como la de Javier Álvarez que perdió un bebé mellizo que vivió unos meses y al que a partir de ahora recordarán en este lugar.