El grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Ávila ve «incoherente» el aumento del gasto en atenciones protocolarias en el que, aseguran, está incurriendo el alcalde «teniendo en cuenta que el equipo de Gobierno comenzó el mandato diciendo públicamente que el Consistorio estaba en coma económico, algo que quedó demostrado que no era cierto».
Es más, Miguel Ángel Abad, portavoz popular en la Comisión de Presidencia, indica que «es ilógico que quien dice estar arruinado, eleve la cantidad que gasta en acciones que no son absolutamente prioritarias» lamentando por otra parte que «no nos sorprende porque este comportamiento incomprensible es la tónica general del equipo de Gobierno de XAV, que a la vez que afirma la ruina del Consistorio libera siete concejales e incrementa partidas como esta sin ningún miramiento».
Aseguran desde el grupo municipal popular que cada año la cantidad presupuestada para atenciones protocolarias asciende a «6.000 euros» y que los concejales del PP, a través de enmiendas, pidieron al equipo de Gobierno, ante «la difícil situación económica municipal» que aseguraban existía, «dejar la partida en tres mil euros en 2020, y solo en mil en 2021 y 2022, años en los que la ciudad ha sufrido la crisis económica producida por la pandemia y agravada por la situación geopolítica internacional».
Sin embargo, lamenta Abad, «el equipo de Gobierno no solo no aceptó reducir ni un céntimo» la cantidad destinada a este concepto sino que «cada año ha hecho modificaciones de crédito para aumentar la partida y ha gastado mucho más que esos 6.000 euros anuales, duplicándolos o triplicándolos».
Así, asegura el portavoz popular en la Comisión de Presidencia, en 2020 y a pesar de la llegada de la pandemia que limitaba movimientos y actividades el equipo de Gobierno modificó el crédito «incrementando esa cantidad en 8.000 euros más; en 2021, la subieron 13.000 euros más; y en lo que va de 2022, menos de la mitad de año, ya la han aumentado en otros 6.000 euros más».
Ante esta situación, el concejal popular propone que «si van a hacer eso año tras año, es más honesto y más transparente que, de entrada, en los Presupuestos den la cara y pongan una cifra real, en lugar de modificarlos después, aunque sabemos que la estrategia es que esa decisión tenga menos visibilidad púbica y se ahorren críticas».