Javier  Sánchez Andrino (Ávila, 1977) es el gerente de la empresa familiar Eurocatur  S.A., concesionaria de Volvo en Ávila desde hace más de treinta años. Estudió Empresariales en Salamanca y en el momento actual junto a sus hermanos se encarga de la empresa desde que  su madre se jubiló, hace ya cinco años. Javier Sánchez considera que el futuro  inmediato de la automoción pasa necesariamente por la electrificación de los vehículos, si bien es cierto  que el futuro a largo plazo estará marcado por las distintas líneas de investigación que ahora están abiertas.  El confía en la electricidad, que es la fuente por la que Volvo ha apostado fuerte.

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¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza sobre Ávila?

Si soy sincero, el Real Ávila, el equipo encarnado, que disfruto -sufro- y sigo con pasión cada fin de semana. Es el equipo de mis amores.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

El patrimonio arquitectónico que tiene nuestra ciudad es incomparable. Creo que es una de las ciudades más bellas del país, por lo que se nos conoce más allá de nuestras fronteras y nos hace sentir orgullosos. Su Muralla y sus monumentos son una seña de identidad de los que deberíamos alardear siempre que podamos.

¿Y lo que menos?

Quizá la falta de oportunidades para los más jóvenes. Ojalá hubiera más empresas interesadas en establecerse aquí, pensando en la ventaja que supone la cercanía a Madrid.

Un lugar de la ciudad para perderse.

El casco antiguo con su zona de tapeo donde siempre es un placer encontrarse con conocidos.

Un recuerdo de su infancia.

Estudiar en la 'Universidad de Cervantes', como cariñosamente le llamábamos a nuestro colegio, las tardes de recreo y las guerras de bolas de nieve era lo más divertido de aquellos fríos inviernos.

Un personaje abulense que le haya marcado.

Mi madre, Teresa Andrino, porque es un ejemplo a seguir, una luchadora nata, que sacó ella sola adelante a sus cuatro hijos y un negocio. En cuanto a personajes más conocidos, Adolfo Suárez, ejemplo de buen político que miraba por el interés del país, fundamental en la transición española. Ojalá hubiera más políticos como él ahora. Nos iría mucho mejor…

El mayor cambio que necesita Ávila es...

Más industria. Hace falta crear oportunidades para que los jóvenes se queden a vivir aquí. Así mismo, es imprescindible que el peaje que nos conecta con la capital española fuese gratuito para los abulenses que a diario se trasladan a Madrid a trabajar. El tren, cada vez más lento y con menos frecuencias. 

Y Ávila tiene que mantener...

La defensa de lo nuestro: nuestro patrimonio, gastronomía y productos locales.

¿Qué le parece la ciudad hoy?

La verdad es que es una lástima pasear por el centro y ver tantos locales 'de toda la vida' cerrados. No es un buen momento para Ávila, pero considero que con voluntad política y ganas de los abulenses, Ávila volverá a ser lo que era.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Ojalá que se cumplan las esperanzas que todos tenemos: más industria, mejora de las comunicaciones y mayor empleo.

¿Qué puede aportar a Ávila y su provincia?

Trabajo, esfuerzo y poder mantener nuestra empresa para aportar nuestro granito de arena a la economía de la ciudad, fomentando la creación de puestos de trabajo. Y siempre, seguir apoyando al Real Ávila cada domingo -risas-.