"Utilizar niños como arma arrojadiza nunca está bien"

Juana Samanes
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Esta donostiarra adora la actuación y, por encima de todo, la pequeña pantalla, porque resulta muy acorde con su personalidad

La actriz Miren Ibarguren posa durante la presentación de la película 'Mamá o Papá' en los cines Kinepolis en Madrid - Foto: David Fernández

Famosa por sus papeles en series de televisión como Lo que se avecina o, anteriormente, Secretos de matrimonio, Miren Ibarguren es, en persona, una mujer de hablar pausado y dulce, muy alejada de los personajes guerreros que interpreta, como ocurre en la comedia Mamá y papá, donde encarna a una madre de familia numerosa quien, tras el divorcio, se niega a quedarse con la custodia de sus hijos.

Hace unos años confesaba que le daba cierto vértigo que le dieran papeles de madre, porque se veía muy joven. Sin embargo, en esta comedia se la ve pletórica. ¿Por qué?

Me he sentido muy cómoda porque el gamberreo estaba muy presente y porque el director lo promovió. Además, al trabajar con Paco León nos salía casi de forma natural. Y lo de ser madre en cine ya no me da ninguna impresión, porque me ha tocado hacerlo un montón de veces y estoy acostumbrada.

¿Cómo ha sido trabajar con menores en esta cinta?

Ha sido muy fácil porque son niños que se divierten, vienen con toda la ilusión a hacer películas. Además, han demostrado ser muy responsables porque tienen mucho talento. 

Usted ha firmado muchos trabajos en la comedia y tiene una vis cómica increíble. ¿Hasta qué punto sus cualidades le han ayudado?

Algo traes de casa, y según lo que requiera cada trabajo vas desarrollando unas partes u otras. Pero esa vis cómica la he tenido desde siempre, según me ha dicho mi madre. Naces con eso y lo vas desarrollando a medida que vas actuando.

Aunque estamos en una comedia, lo que subyace es muy grave ya que, en muchas situaciones, cuando una pareja se separa, el rencor les lleva a hacer daño al otro, aunque lleve aparejado utilizar a los menores. 

Se escucha de todo sobre los divorcios. Yo, por ejemplo, soy de una generación, de los años 80, donde el hijo de divorciados de la ikastola (la escuela donde estudiaba en San Sebastián) era casi un apestado, porque eran los primeros que había y las parejas lo llevaban muy mal. Utilizar a los niños como arma arrojadiza nunca ha estado bien y crea muchos problemas en el ámbito familiar. 

 

Es usted más conocida por sus trabajos en la televisión que en el cine. ¿Le gusta uno más uno que otro? 

En cada uno hay un tempo diferente. A mí me encanta hacer televisión, aunque hay cosas positivas en los tres medios: cine, teatro y televisión. Pero me gusta mucho trabajar en la pequeña pantalla porque va más con mi personalidad.

¿Una vez que ha terminado de rodar una película, qué le gusta ver?

La verdad es que el cine siempre te asombra porque, en el montaje del director, siempre quedan cosas fuera. Cuando voy a ver una película en la que he trabajado siempre me gusta ver las escenas en las que yo no he participado.

Y, en concreto en Mamá y papá, ¿qué secuencia requirió más esfuerzo?

Sin duda, la de la piscina. En pantalla es muy rápida, parece que dura unos segunditos y nos costó horas y horas, con la ropa mojada, y yo creo que era una de las piscinas con más cloro. El resto fue muy plácido.