El Gobierno ha cumplido con sus compromisos, dice Barcones

P.R.
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La delegada del Gobierno realiza una visita a la zona afectada por el incendio, en el termino municipal de Sotalbo, acompañada por su alcalde, por la presidenta de la CHD y por el presidente de TRAGSA

Una de las actuaciones que se han realizado es la retirada de vallas quemadas y la instalación de nuevos vallados - Foto: Isabel García

«El Gobierno de España está cumpliendo con todos los compromisos que adoptó cuando de una manera terrible en agosto de 2021 el incendio de la Paramera arrasó con 22.000 hectáreas», declaraba ayer en Sotalbo la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, durante la visita que realizó a la zona del incendio en este término municipal. La delegada estuvo acompañada del alcalde de la localidad, Juan Manuel Nogal, por la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Cristina Danés, y el presidente de la Empresa de Transformación Agraria (TRAGSA), Jesús Casas, empresa pública  que por encargo del Gobierno de España se está encargando de realizar los trabajos de reforestación y restauración de la zona afectada por el incendio y también para recuperar las condiciones de las aguas del dominio público hidráulico, otro de los grandes problemas causados por el incendio. 

Tras el terrible incendio sufrido en la sierra de la Paramera en agosto de 2021, el Gobierno de España, a través del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y de la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, declaró dos emergencias para la ejecución de trabajos prioritarios para la restauración de la zona afectada por el incendio de la Sierra de la Paramera.

A Tragsa le encargó actuaciones hidrológicas y forestales por 700.000 €, y a Forestación y Repoblación S.A. (Foresa) actuaciones similares de repoblación forestal, por importe de 300.000 euros, en ambos casos. Estas obras concluyeron el pasado mes de marzo.

Asimismo, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, a través de su Dirección General del Agua, de la que depende la CHD, abordó de manera inmediata y prioritaria la restauración de las zonas de afectadas, «para reducir los efectos de los procesos erosivos, proteger el dominio público hidráulico y la calidad de las masas de agua, así como la recuperación de sus ecosistemas asociados», ha explicado Barcones.

Desde primeros de septiembre se han llevado a cabo trabajos de restauración y protección del dominio público hidráulico en varios cauces de la cuenca del Duero y también del Tajo, encargos cifrados en 2 millones de euros y de 500.000€ respectivamente.

Debido a la gran superficie quemada, el alto grado de afección y la naturaleza montañosa del terreno siniestrado, los cauces drenantes han recibido ingentes cantidades de arrastres de restos de vegetación quemada, suelos y tierras, especialmente arenas. Además, las intensas precipitaciones en forma de tormenta que se produjeron a lo largo del mes de septiembre contribuyeron sobremanera a acelerar los procesos erosivos que afectaron todos los cauces y especialmente las captaciones de agua de las localidades afectadas.

Las primeras actuaciones ejecutadas por Tragsa se llevaron a cabo en el marco de las «medidas para la mejora de las condiciones hidromorfológicas de cauces en la CHD: provincia de Ávila, años 2020-2022», que estaba en ejecución.

Mediante este pliego encargado por la Confederación Hidrográfica del Duero, se destinaron todos los medios a la zona afectada por el incendio, mientras se estaba tramitando un pliego específico encargado por la Dirección del Agua. 

Trabajos. En concreto, los trabajos realizados han sido los siguientes: Por una parte, la construcción de albarradas de madera y piedra para frenar el arrastre de sedimentos dentro del cauce. También se han instalado fajinas de vegetación para evitar o disminuir el arrastre de suelo hacia el cauce.  Igualmente se ha intervenido en la limpieza de captaciones de agua, se ha procedido a la limpieza con carácter de urgencia de las captaciones de agua hasta que otras administraciones han podido intervenir en ellas. Otra de las actuaciones que se ha realizado han sido la retirada de tapones de vegetación, pues se ha procedido a retirar grandes tapones de vegetación que cortan el cauce provocando daños en las márgenes de estos.

También se han realizado plantaciones de dos tipos. Por una parte de viveros procedentes de la CHD especies de variedades como los abedules, los fresnos, árboles de ribera. Pero también se han solicitado árboles a los  viveros de la Junta de Castilla y León.

Otro sistema de plantación utilizado es el estaquillado de ramas de sauces, indicaban técnicos de TRAGSA. en toral se han instalado más de 4.000 estaquillas, que se fijan al suelo y terminan enraizando. Pero para ello hay que utilizar especies aclimatadas al terreno.

También se han extendido sobre el terreno astillas procedentes del triturado de árboles quemados, para fijar el terreno. En total han sido más de 160 las hectáreas sobre las que se ha intervenido con esta técnica.

También se ha utilizado una técnica que se ha venido usando con éxito en los ncendios de Galicia y que se denomina 'helimulching', que consiste en lanzar grandes cantidades de paja en la zona de alta montaña para retener el agua y que no baje con tanta fuerza al haber desaparecido la vegetación. En concreto se han lanzado paja en zonas que abarcaban más de 50 hectáreas, en las zonas del pico Zapatero y de la Paramera.

Todas estos trabajos se han realizado con un objetivo, recuperar el patrimonio paisajístico que se ha perdido con el incendio. Pero sobre todo, como decía Jesús Casas, presidente de TRAGSA, «aquí la clave es no perder el suelo, que es irrecuperable. El suelo se produce lentisimamente, en el devenir de los siglos. Si perdemos suelo, ese suelo se va a los ríos, contamina las aguas, genera aguas turbias y polución y no solo nos destruye la montaña sino también el agua. La mayor parte de las actuaciones que se han desarrollado lo que pretenden es asegurar el suelo». Pero también se han realizado actuaciones de como las plantaciones arbóreas en lugares singulares y en riberas de los ríos.