Este 'bache' hay que taparlo cuanto antes. Porque en medio del camino hacia el playoff de ascenso, de no poner remedio puede convertirse en un socavón.Un primer tropiezo –la derrota en casa ante el Almazán– es una anécdota, un segundo consecutivo es una duda. Y no es el momento ni para crearlas ni para tenerlas.
«Es un mazazo muy duro» reconocía Borja Rubiato tras el partido ante el Santa Marta. Al Alfonso San Casto viajaba el Real Ávila con ánimo de mandar un mensaje.Primero a sí mismo, después a los demás. La derrota en el Adolfo Suárez había escocido, no sólo por la oportunidad perdida de haberse acercado a la segunda plaza, sino por las sensaciones que desprendió, en las antípodas de lo que llevó a los encarnados a sumar 11 jornadas sin perder. Sin embargo en Santa Marta no se resolvieron las inquietudes. Se intentó, pero no se logró. En una tarde que debía haber disipado dudas y reafirmado intenciones, el equipo sumaba una nueva derrota. Por primera vez en lo que va de temporada los de Borja Rubiato enlazan dos derrotas consecutivas. Cuando se miraba hacia arriba, toca volver a echar un vistazo hacia abajo. La primera consecuencia de la derrota fue la pérdida de la tercera plaza a manos de un Salamanca UDSque parece haber encontrado cierta estabilidad. La segunda que el Atlético Tordesillas y el Almazán vienen directos a por los encarnados. Han olido sangre y a estas alturas de temporada cuando se agarra una presa ya no se suelta. Y atentos a la Virgen del Camino. Si les dejan aún les pueden salir las cuentas.
«Se hicieron cosas para habernos llevado los tres puntos pero cuando este equipo deja un mínimo al rival nos hacen daño. Nos hemos desconectado en dos jugadas, nos han hecho dos goles y a partir de ese momento ha sido muy difícil levantar un 2-0.Aún así el equipo lo ha intentado hasta el final». En los minutos finales se juntaron sobre el césped Adeva, Guilherme, Ivi... «Hemos intentado agitar el tarro con más gente arriba pero no deberíamos haber llegado a ese punto». No es la primera vez que le persigue este mal al equipo encarnado. Ya a inicios de temporada pagaron caros los errores. «Estamos en un momento en el que los errores nos penalizan mucho» solía decir entonces el técnico en el arranque de temporada. En Santa Marta le ocurrió lo mismo. «A perro flaco todo se le vuelven pulgas y volvemos a lo mismo» dijo el de Santa María del Tiétar tras pasar por el Alfonso San Casto.
Toca resetear, «estar unidos para revertir la situación.Tengo claro que con estos jugadores voy a muerte». Toca empujar juntos.Es un momento clave y el Real Ávila pasa por un momento delicado.El próximo domingo –17,00 horas– llega el Júpiter Leonesa B. Cualquier rival es bueno para ponerle fin a un momento así.