Siguiendo las huellas de Santa Teresa en Ávila

E.Carretero
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Dentro de las actividades del Año Jubilar Teresiano, y ante la cercanía con el 28 de marzo, fecha de su nacimiento, este domingo se programó una visita guiada tras los pasos de la abulense más universal por la capital abulense

Siguiendo las huellas de Santa Teresa en Ávila

Las actividades del Año Jubilar Teresiano de este mes de marzo incluyeron este domingo una visita guiada tras el legado de Santa Teresa en esta ciudad. Una ruta que forma parte del programa anual de visitas guiadas del Ayuntamiento de Ávila y que se suele realizar en octubre, el mes teresiano por excelencia, y también en marzo, coincidiendo con la fecha de nacimiento de la abulense más universal que nació el 28 de marzo de 1515. La teniente de alcalde de Empleo, Industria, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Ávila, Sonsoles Prieto, fue la encargada de dar la bienvenida a veintena de personas que participaron en esta visita guiada y entre los que se encontraban turistas de paso por la ciudad, como Iván y Almudena, llegados de Madrid, y también abulenses como Adela, que pretendía conocer más sobre Teresa de Ávila.  

Lucía Sánchez, guía oficial de turismo de Ávila, fue la encargada de ofrecer esta visita «tras las huellas de Santa Teresa por esta ciudad» durante un recorrido de dos horas y media de duración en el que se visitaron prácticamente todos los  lugares marcados por la Ruta Teresiana, entre ellos el convento de la Santa, que en su día fue la casa familiar de los Cepeda y Ahumada.  Aquí también pudieron visitar los participantes en esta actividad el Museo de Santa Teresa donde, entre otras cosas, se explica qué es el Carmelo y qué supuso para la orden la reforma que impulsaron Santa Teresa y San Juan de la Cruz. 

La visita también incluyó una parada en La Encarnación, el convento escogido por la mística abulense a los 20 años para vivir una vida contemplativa y austera que sin embargo no encontró en este  lugar y que le llevó a reformar el Carmelo. No faltó tampoco en esta visita el Convento de San José, la primera fundación de Santa Teresa o su primer palomar, como decía ella, explicando la guía turística que de la casa madre del Carmelo Descalzo partió Santa Teresa a seguir con sus fundaciones y que allí pretendía regresar cuando ya enferma y viniendo de Burgos la muerte le sorprendió el 4 de octubre de  1582 en la localidad salmantina de Alba de Tormes. 

La visita también pasó por la Iglesia de San Juan, donde la santa abulense fue bautizada, y por algunos de los palacios de las familias con las que los Cepeda y Ahumada tuvieron relación como los Nuñez Vela. También  por la basílica de San Vicente, a cuya cripta bajó la Santa para pedir protección a la Virgen de la Soterraña. 

El recorrido finalizó en el Mercado Grande, o Plaza de Santa Teresa, donde, explicó la guía, se encuentra la imagen dedicada a la universal abulense más antigua de cuantas hay en las calles de Ávila, en este caso la conocida como La Palomilla. 

Una visita que sirvió no solo para conocer a Santa Teresa desde sus múltiples facetas, como religiosa, mujer o escritora, sino también para acercarse más al Ávila del siglo XVI.