La cooperativa azucarera ACOR se ha visto obligada a reducir las hectáreas de cultivo de remolacha para la presente campaña hasta las poco más de 7.000 contratadas, debido a la "tormenta perfecta" generada en contra del sector por la subida del precio de los fertilizantes, del coste de la energía y, principalmente, por la limitación del agua.
Así lo reveló, durante la rueda de prensa celebrada esta mañana en la sede de la cooperativa en Valladolid, el presidente de ACOR, Jesús Posadas, que recordó que el objetivo inicial comprometido con los remolacheros de la cooperativa era "muy superior, de llegar a las 10.000 hectáreas", pero por ello agradeció el "esfuerzo y compromiso" de los remolacheros que han cultivado en una campaña tan complicada como la actual y les aseguró que "la remolacha que se está sembrando ahora estará lo mejor pagada que pueda el Consejo Rector".
Posadas recordó que ya en la campaña finalizada entre el último trimestre de 2021 e inicios de 2022 el Consejo Rector realizó una "apuesta muy importante por pagar la remolacha a un buen precio" y comprometió para la campaña actual un nuevo "esfuerzo" para intentar pagarla "por encima" en el último trimestre del presente año.
Todo ello ante una tesitura que el propio presidente de ACOR definió como "la tormenta perfecta" en contra del sector debido a la subida del precio del fertilizante, que "afecta a todos los cultivos pero especialmente a la remolacha", el aumento del precio energético y, "lo más agravante", la limitación de agua.
"Nuestros cultivadores de las cuencas del Pisuerga y el Bajo Duero tienen una dotación inferior a la media, y eso ha sido lo más limitante para el cultivo", apuntó Posadas, que culpó a esa situación de la "pérdida de hectáreas" así como a las heladas de primeros de abril, que afectaron a 2.500 hectáreas de remolacha de las que solo se resembraron en torno a 1.000, debido a que el resto se fue "a otro cultivo de la cooperativa como el girasol". "Eso ha supuesto que este año tengamos menos cantidad de remolacha", concluyó.
Sector estratégico
Debido a esta situación, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Gerardo Dueñas, también presente en la rueda de prensa, aseguró que "no podemos abandonar un sector como la remolacha y el azúcar" tras el "esfuerzo" realizado por ACOR, en estos últimos años de liberalización del sector, para "incrementar la superficie y los cultivadores salvo este último año, que las circunstancias climáticas no han favorecido el cultivo".
"Tenemos una situación atípica en los mercados internacionales, que han elevado el coste de las materias primas y los cereales, dando un competidor a la remolacha importante como el maíz", señaló Dueñas, al recordar que los precios de este último cultivo están "muy por encima de los últimos años".
Sin embargo, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural recordó que "previsiblemente, países como Argentina, Brasil o Estados Unidos, que desarrollan variedades genéticas modificadas más resistentes de maíz, en una competencia no leal por el uso de fertilizantes que en Europa no están permitidos, volverán en un tiempo prudencial a producir más barato que nosotros".
Por ello, afirmó que "si ese día la industria azucarera ha cerrado" por el cambio de cultivo de la remolacha hacia el maíz, "no volverá a abrir" cuando este último cultivo deje de ser rentable, por lo que Dueñas se comprometió a mantener la remolacha como "sector estratégico de Castilla y León en el próximo Programa de Desarrollo Rural".