Era uno de los momentos más esperados por todos, por los aficionados, por sus compañeros, por el equipo y por él mismo. Volvía a competir Diego Rubio. «Lo más importante, estamos de vuelta. Por fin con un dorsal» valoraba el ciclista de Navaluenga tras disputar el prólogo del Tour de Estonia, que ha significado su vuelta a una competición tras la dura caída que sufrió en la Challenge de Mallorca y que obligó a parar tras pasar por el quirófano.