José Manuel Maíz

La bombonera

José Manuel Maíz


Un viaje desde Madrid

02/03/2023

Llevamos décadas hablando del proyecto del Prado en Ávila, y de forma recurrente, cada vez que llega un proceso electoral, por unos u otros motivos el tema vuelve a saltar a la palestra.
Que conste, y debo ser un iluso, que sigo manteniendo la esperanza de que un día el Palacio de los Águila acoja una exposición que lleve la marca Prado. Seguramente llegue sin muchos de esos elementos que se anunciaron en los orígenes del proyecto, como un centro adscrito al Museo del Prado, que se convertiría en un Centro de Gestión de Depósitos de la pinacoteca, con capacidad de albergar talleres de restauración y también exposiciones, que serían el punto de partida de su itinerancia por otros lugares. Mucho se ha transformado el proyecto en los últimos años, y en lo que hoy se trabaja es en la remodelación del Palacio de los Águila para albergar el Museo de Ávila, y en la construcción de un edificio de nueva planta que acogerá la Sala Prado, en la que se podrán contemplar exposiciones de la pinacoteca.
Como ya he dicho en anteriores ocasiones, este planteamiento, sobre el papel, tiene también su atractivo, aunque no adquiera la dimensión de ese producto inicial que única y exclusivamente llevaba el sello Prado. Aunque, visto lo visto, esta opción en la que ahora se trabaja es más realista y ofrece más posibilidades de que se lleve a buen término, y por ello hay que perseverar, porque será mejor lograr ese proyecto que finalmente quedarse sin nada. Y esas posibilidades de que salga adelante se muestra como el desarrollo de unas obras que avanzan, en la que se están comprometiendo plazos.
Ahora bien, lo que no acabo de entender en toda esta reciente historia del proyecto, son los reparos que existen para que un ministro de Cultura visite estas obras y que haya un diálogo fluido con la administración que se supone va a ser su colaboradora necesaria en el desenlace de esta actuación, y que no es otro que la Junta de Castilla y León. Lo llevamos viendo a lo largo de la última legislatura, y casi hay que retrotraerse al momento en que se rubricó el acuerdo entre administraciones, allá por el año 2018, para que se haya hecho un ejercicio de unión entre las partes para impulsar el proyecto.
Recientemente el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se dirigía al ministro de Cultura, Miquel Iceta, para solicitar una reunión urgente en el que pudiese conocer todos los detalles del proyecto, después de anunciarse el lanzamiento de la iniciativa del Prado extendido, que parece ser que afectará a este proyecto y también a otros de similares característica, caso del Palacio del Infantado de Guadalajara, con lo que se pierde esa exclusividad que se creía que tendría esta propuesta del Palacio de los Águila. El ministro, con presteza, se mostró solícito con la petición del presidente, pero pasan las semanas y ese encuentro no llega, y menos esa visita a las obras del palacio, y uno ya empieza a pensar que, una vez más, se trata de una declaración de intenciones que acaba esfumándose, como tantas y tantas veces se ha vivido en este proyecto.
¿Estamos de nuevo ante otro ejercicio de venta de humo? No debería ser así, porque como ha demostrado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este pasado martes, cuando existe interés (y el ministro y el presidente de la Junta podrían tenerlo en este caso) bien que se puede sacar un ratito para acercarse a la provincia de Ávila, a la base del BRIF del Puerto El Pico, hacerse unas fotos, grabarse un vídeo y lanzar el mensaje que le interesa transmitir, en este caso relativo a los bomberos y brigadistas forestales. Para unas cosas, cuando se desea, Ávila sí que está cerca de Madrid, pero para otras… Y si no que se lo pregunten a los usuarios del tren.