Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


¿Es realmente sostenible y eficiente el coche eléctrico?

16/02/2023

La Unión Europea ha señalado el fin de la venta de los coches movidos por combustibles fósiles para el 2035 en algunos casos y en otros con algo más de prórroga. Ni siquiera los híbridos se salvarán de este recorte y todo esto con unas severas restricciones para los que se sigan fabricando hasta entonces tengan que reducir al máximo las emisiones de CO2; casi a la mitad de lo que ahora está establecido por ley.

Como aún faltan años para llegar a esas fechas, podrían llevarse a cabo evoluciones tecnológicas que permitan el desarrollo de combustibles sintéticos capaces de no expulsar emisiones contaminantes y que den un giro a esta ley, aunque realmente no la modifiquen ya que no serían combustibles fósiles, sino químicos y podrían llegar a ser sostenibles ambientalmente. Actualmente ya existen algunos experimentos con este tipo de carburantes pero son poco eficientes y resultan muy caros de fabricar y por lo tanto algo inalcanzables para el consumidor medio.

La opción del motor de hidrógeno como sustituto del combustible fósil tampoco está aún muy definida porque es muy caro de producir, los automóviles necesitan un depósito muy grande y una eficiencia aún poco demostrable; además consume mucha energía para su producción con la consiguiente emisión de CO2. Eso sí, las expulsiones de contaminantes a la atmósfera pueden ser nulas al circular, pero ya han hecho de las suyas en el proceso de fabricación.

El mercado del automóvil resulta muy convulso en estos tiempos tanto para los fabricantes como para el usuario final, que en el caso de necesitar adquirir un vehículo nuevo tiene serias dudas sobre por cuál optar ante una vorágine de opciones, unas teóricamente ecológicas pero dudosamente eficientes, otras que no acaban de aclararse, algunas más nacientes pero sin ver claro su futuro, o las clásicas que aunque se prohibirán en unos 15 años, sí podrán seguir circulando, aunque a saber con qué penalización, posiblemente creciente, año tras año.

Actualmente la etiqueta denominada ECO que identifica a los coches con cero emisiones, tal vez despiste al consumidor, porque un automóvil que no contamine al circular no quiere decir que en su proceso de fabricación no haya tenido un notable impacto ambiental, especialmente en la creación de sus baterías. Incluso algunos informes señalan que un automóvil enchufable es más contaminante en su fabricación que un modelo de combustión clásico; eso sí, emisión de Co2 no tiene; de hecho no cuenta ni con tubo de escape compensando, "o no", la contaminación mencionada.

Un asunto a estudiar también es el proceso de carga, porque a no ser que se realice en una red totalmente ecológica (algo muy complejo de discriminar), la generación de esa energía también es contaminante, aunque la eficiencia de los paneles solares va mejorando, e incluso podrían superponerse en los coches de este tipo aumentando su autonomía en un futuro cercano.

Otro impacto destacable será cuando llegue la hora de sustituir las baterías de los vehículos, no sólo por el enorme coste que esto supone, sino porque el uso tanto de éstas como de pilas de combustible, van a necesitar una ingente cantidad de metales y tierras denominadas "raras" como son el litio, cobalto, grafito o níquel con el peligro que esto puede suponer para las poblaciones cercanas a donde existan este tipo de extracciones, teniendo en cuenta que incluso con las medidas de protección adecuadas, de ecológicas y sostenibles no tienen nada, sino todo lo contrario.

Sólo un proceso circular más eficiente de reutilización tanto de baterías como elementos y cableados de los coches eléctricos o una mejora muy notable tanto de éstas como de las pilas de combustible pueden llevar a tener claro el futuro de la automoción que yo al menos no lo veo aún nada nítido, y esto sin olvidar el tema de los kilómetros recorridos entre una carga y otra, algo que se va superando poco a poco pero que aún está muy lejos de ser algo realmente efectivo.

Pero lo que está claro es la necesidad de bajar el nivel de emisiones de CO2 y otros contaminantes a la atmósfera de alguna forma real, porque el cambio climático ha venido para quedarse y las consecuencias las pagaremos todos.

Mientras tanto el futuro de la automoción es prácticamente eso: futuro, porque el presente ni siquiera está tan claro como para hacer predicciones y adivinación. :-(