Las aves muertas por colisión en parques eólicos superan la decena

diariodeavila.es
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El Colectivo Azálvaro vuelve a denunciar esta situación después de haber localizado el cadáver de un buitre leonado en un parque eólico situado en el término de Las Navas

El Colectivo Azálvaro  ha localizado un nuevo buitre colisionado en un parque eólico del sureste de Ávila dentro de la campaña de vigilancia y denuncia ambiental que viene llevando a cabo. «En esta ocasión se trata de un buitre leonado que yacía muerto junto al camino y a un aerogenerador del parque eólico Navazuelo, en el término municipal de Navas del Marqués», denuncia la asociación naturalista.  «Se da la circunstancia de que el buitre leonado era un ejemplar adulto, por lo que de la pérdida del ejemplar se podría derivar un daño aún mayor para la especie», daddo que «en esta época los buitres tienen un pollo pequeño en el nido y la ausencia de un progenitor podría dar lugar a su pérdida por falta de atención o de alimento», añade.

El hallazgo de este ejemplar muerto implica que la «lista de muertes de rapaces provocadas por los aerogeneradores en el sureste de Ávila continúa engrosándose, superando ya la decena en los últimos tiempos», lamenta el Colectivo Azálvaro.

La asociación naturalista rememora que, entre julio y agosto del año pasado, denunció al Seprona la aparición de restos de ocho rapaces en el parque eólico denominado ‘Ávila’. En 2013 fueron localizados un águila calzada y un buitre negro, éste último en el mismo parque eólico que el ejemplar hallado ahora.

«Las muertes de rapaces en los parques eólicos son, sin duda, abundantes, representando los casos localizados por el Colectivo Azálvaro sólo una pequeña muestra, dado que el grupo no  dispone de medios para hacer un seguimiento diario y sólo revisa los parques ocasionalmente con la ayuda de voluntarios», apunta, al tiempo que destaca que estas muertes solo «son la punta de iceberg», por lo que reivindica de nuevo que se adopten medidas concretas al Servicio Territorial de Medio Ambiente y a las empresas que explotan los parques eólicos para reducir los accidentes, reparar el daño que se está causando y, si llega el caso, paralizar las instalaciones más peligrosas.