Darío Juárez Calvo

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Darío Juárez Calvo


El cartel de Arenas revienta Las Ventas y la Maestranza

06/10/2021

Hace justo una semana, este diario publicaba en primicia el cartel del próximo día 17 de octubre en Arenas de San Pedro: Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Emilio de Justo, con torrestrellas y murubes del maestro Capea. En ese momento escribí que, probablemente, éste sería el cartel del año por el excelente estado de gracia en el que habían llegado hasta el 30 de septiembre sus protagonistas y el añadido que traía el interés de los dos hierros anunciados, pero una vez concluido el fin de semana más loco y dividido entre las dos plazas más importantes del orbe taurino, el beneficio de la duda con ese «probablemente» se esfumó definitivamente: el cartel de Arenas es El Cartel del Año. 
Sevilla pedía a octubre un Abril para rendir cuentas de lo que tuvo que ser y no fue. Tres días para despedir un San Miguel histórico, siendo el domingo cuando se cerrase el grifo de ese constante torrente artístico de emociones que cubrió a la Maestranza este fin de semana. De la inválida corrida de Juan Pedro del viernes, la naturalidad de Juan Ortega colmó a Sevilla como la última luna de ese Abril arrebatado. El descaste se hacía presente y aquello había que hacerlo embestir como fuera. Y llegó Morante desde Lourdes con dos velas para ponérselas al 4° y rezar porque no se cayera. Y le cortó las orejas. Y dejó escrita una faena con el capote y la mano izquierda para la historia. Valor, arrojo, torería, y el clamor ensordecedor de una plaza rendida a sus pies. La guinda la pondría el domingo con la tarde de Miura repleta de detalles toreros, históricos en el tiempo, como voluntarios y escogidos para tan señalado año. 
La resaca no pesaba, el torrente de emoción colapsaba las calles buscando las crónicas de los periódicos para guardar como recuerdo una parte del tesoro que el viernes trajo uno de La Puebla y el sábado, ese riojano que reparte Romero y que torea como le duele a Sevilla. Diego Urdiales entraba en el corazón de la Maestranza con  una faena esculpida en pureza y una carga de belleza emocional extraordinaria, en la que el torero de Arnedo volatilizó con la profundidad de su toreo clásico una tarde que no terminaba de romper y que le acabó sacando en volandas hacia la calle Iris tras desorejar al 4° de Domingo Hernández. 
Mientras Diego se llenaba de Sevilla disfrutando la vuelta al ruedo con las dos orejas, me salí del Word de la tablet, aparqué la crónica y conecté en directo con Madrid: Emilio de Justo estaba resquebrajando los cimientos de la Monumental con una obra cargada de verdad. Subí el volumen y aquello era un manicomio descontrolado. Madrid rendida al toreo del extremeño que, tras la estocada, cogería en forma de otras dos orejas el pasaporte directo hacia su tercera Puerta Grande en tres años. 
El próximo día 17, Arenas de San Pedro será testigo afortunado del suceso que ya ha prendido la mecha del interés general para hacerse con una entrada del que sin duda ya es El Cartel del Año, donde Morante, Urdiales y De Justo cerrarán su brillante e histórica temporada con torrestrellas y murubes de San Pelayo. Tauroemoción lo ha hecho posible.