Rubén Peña, un centenario de Primera

A.S.G.
-

El jugador abulense sumaba ante el Mallorca 100 partidos en Primera División. Su primer partido en la máxima categoría, en la 2012-13 con el Real Valladolid de Djukic."No ha sido sencillo, pero estoy orgulloso del camino que he llevado"

Rubén Peña, un centenario de Primera

Era el 2012. España se proclamaba de nuevo, esta vez en Ucrania, campeona de Europa.En las filas del combinado nacional Santi Cazorla. Desde el  Ávila, con sus amigos, lo celebraba entonces Rubén Peña, extremo de un Real Ávila que se quedó fuera de la pelea por el ascenso a Segunda B en Barakaldo. Hoy, siete años después, ambos comparten vestuario. El primero tras regresar a ‘su’ casa, el Villarreal, tras pasar por el Arsenal. El segundo tras recorrer todas las categorías inferiores del fútbol español diciéndose a sí mismo que podía ser jugador de Primera. Siete años después de todo aquello Rubén Peña ya es un centenario de Primera. Porque el abulense, que debutó en Primera División con el Real Valladolid en la 2012-2013 (Djukic le dio la oportunidad ante el Real Betis en un curso en el que llegaría a jugar cuatro partidos en Primera), sumaba este pasado fin de semana 100 partidos en la máxima categoría del fútbol español en la visita del Villarreal a Son Moix.

«Cien partidos, nunca lo hubiera imaginado» reconoce el abulense ya con ellos de la mano. Cuatro con el RealValladolid (2012-2013), 85 con el Eibar (de la 2016-17 a la 2018-19) y los últimos 9 de la lista con el Villarreal. «No ha sido fácil» reconoce el abulense en una trayectoria tardía, por decirlo de alguna manera. «Salí tarde de Ávila, con 21 años» recuerda. «Encontrarte con 28 años habiendo cumplido 100 partidos en Primera y habiendo pasado por todas las categorías del fútbol español es para estar orgullosos.Eso quiere decir que todos los entrenadores en el día a día han acabado apostando por ti».

Lo cierto es que aquel jugador «alocado» que lideraba alZona Norte juvenil nunca había pensado llegar a Primera División. Fue a partir de su paso por el Real Ávila de Manzano y Pepe García cuando empezó a pensar en ello. «No fue sencillo.Pasas por muchas adversidades, por momentos complicados, pero estoy muy orgulloso del camino que he llevado, de todo lo que he aprendido de todas las divisiones, de ese fútbol no tan vistoso, no tan bonito.No sería el futbolista que soy hoy en día si no hubiera pasado por todo ello».

Cuántos se han quedado por el camino, pero no RubénPeña. Confianza en sí mismo, trabajo, experiencia pero sobre todo «margen de mejora» tiene claro el ahora lateral derecho del Villarreal. «El día a día que no mejora deja de ser bueno».Es la frase que se repite. «Es una realidad.He seguido mejorando, no me he estancado.En Ávila se veía un jugador que jugaba por diversión pero no se veía que quisiera ser futbolista de verdad.Cuando di el paso a Tercera empecé a ver otras cosas, a ver ese otro fútbol».

Su trayectoria no ha sido sencilla.Todo lo contrario.A veces arriesgada.Buena prueba de ello fue su decisión de pasar del Real Valladolid al Guijuelo en Segunda B. «Arriesgué, hice una apuesta personal». Así ha sido su camino. «Cuando todo el mundo esperaba que me quedara en el Leganés me fui al Eibar». Tres años después, al Villarreal. «Necesitaba otra apuesta, un cambio para seguir creciendo, mejorando».  

Apostaron por él todos los entrenadores como las aficiones. Si de Butarque se marchó como uno de los protagonistas del ascenso a Primera, en Eibar dejaba una huella que tenía su respuesta hace apenas unas jornadas cuando regresaba a Ipurua ya en las filas del ‘submarino amarillo’ y recogía el Premio al Jugador Más Carismático de la temporada pasada. «Lo fácil hubiera sido dárselo a un jugador que estuviera en la plantilla actual» valora agradecido a la afición armera.

Un camino con muchas paradas dentro y fuera del campo. Delantero en el Zona Norte, extremo izquierdo en el Real Ávila, carrilero en el Guijuelo, lateral y delantero en el Leganés... Y ahora lateral derecho en el Villarreal, posición que le abrió Mendilibar. Fue en SanMamés. Cuando acabó el partido se lo dejó claro. «Te vas a quedar de lateral derecho porque es lo que te va a dar de comer» le dijo. Hoy es indiscutible. Puede que no sea la posición en la que más disfrute quien por dentro tiene alma de delantero, pero «tengo que estar agradecido, porque en otra posición quizás no estuviera aquí».

Ahora no hay dudas, pero hubo un momento en el que el baile de posiciones fue en su contra. «En ocasiones ha sido una locura». Jugador todoterreno, «me han llegado a reconoce algún entrenador que eso me ha privado de titularidades».Porque «me convertía en el jugador número 12. Es muy importante tener alguien así en el banquillo, que pueda jugar en cualquier posición y cualquier momento».

Ya es un jugador centenario. Ahora quiere serlo por partida doble. «A por los 200» se pone como reto. «Tengo bastante ambición.Seguiré trabajando para que el entrenador apueste por mi y alcanzar los 200. Son cifras muy difíciles» pero seguirá trabajando para conseguirlo.

 

Primera División, un terreno poco habitual pero no extraño para el fútbol abulense

No son muchos los nombres de los futbolistas abulenses que han pisado la Primera División a lo largo de su historia, al menos de memoria, pero no es una categoría ajena para el fútbol local, que llegaría a ver a uno de sus más ilustres, Feliciano Muñoz Rivilla (Atlético de Madrid), levantar la histórica Eurocopa del 1964.  Es de Móstoles Íker Casillas, pero sus raíces se hunden en Navalacruz, donde los títulos del ex del Real Madrid –Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de 2010– se festejan como las de un abulense más. Quién sabe lo que podría haber ganado César Jiménez (Real Zaragoza) de no haber sido por una fatídica lesión en el Bernabeu.Como las lesiones dejaron por el camino la historia de Álvaro Benito (Real Madrid). Salmantino pero canterano del Real Ávila, su ‘otro’ equipo. Sí pudo el fútbol abulense festejar los triunfos de Isidro Díaz (RealMadrid).El de Gimialcón llegó a ganar la Copa de la UEFA en 1985.  Con el Rayo Vallecano vivieron la Primera División cuatro abulenses y ante el Barcelona guardan un gran recuerdo dos. Si José ‘Chino’ Zapatera lo hacía por marcar quizás el mejor gol de su carrera, Carlos de la Vega lo haría porque ante los azulgranas, aunque durante 3 minutos, fue de Primera División. Y es el equipo madrileño el que más abulenses ha visto en Primera División. Con ‘Chino’ Zapatera compartió protagonismo Juan Carlos Fernández Argenta y a ambos les entrenaría Félix Bardera ‘Felines’, que antes de pasar a los banquillo pisaría la Primera como jugador en el equipo de toda su vida, el Rayo Vallecano. Debutó en Primera con el Getafe RubénMartín Pulido, madrileño pero vecino de Hontanares. Se quedó en el límite de la Segunda División Borja Sánchez Gil, de Arenas de San Pedro, con el Girona y desde la Segunda espera conseguirlo David Mayoral, al que una inoportuna lesión de rodilla le privó de hacerlo con el Real Valladolid en la 2018-19, cuando todo apuntaba a ello. Una lista a la que hace tiempo se unión Rubén Peña, ahora ya centenario.

 

Aquella tarde de mayo del 2009...

Aquel 2009 todos miraban al SanctiSpíritu y al Manuel Sánchez Granado. Aquel 2009 todos miraban a dos chicos, Aitor y Peña. Uno espigado, corpulento, fino de cuerpo y movimiento.El otro menudo, inversamente proporcional al fútbol que destilaba, rabioso y desesperante, como las tardes en las que Juan ‘El Cartero’ trató de encauzarle. Eran los tiempos de ‘Chino’ Zapatera, Jota, Gibaja, Moreta, Pérez,Mauro,Nica,Garzón,Edy,Edu,Súper... Muchos nombres.No todos llegan. En el deporte nos enseñan a ganar, cuando lo más común es perder y no sabemos. En el filo de perderse estuvo Peña. Mientras la contraportada de Marca hizo saltar la liebre sobre lo que podía ser Aitor, al que siguieron muchos, Peña se hundía en el RayoVallecano, donde no encontró su sitio pero sí el apoyo de José Manuel Jimeno, posiblemente mejor entrenador y persona de lo que las circunstancias le dejaron mostrar en Ávila. Regresó en un final de temporada 2009-10 y de nuevo se encontró con Aitor, esta vez para ser compañeros en el Real Ávila. Y fue el momento que lo cambió todo. Llegó buscándose y le encontraron José Manuel Manzano –ahora estaría orgulloso de él– y Pepe García. Fueron los primeros en encauzarle. Los siguientes serían los Barrera, Trujillo, Cabezudo... «Tú vales» le dijeron. Y vaya si valió. Con José Luis Diezma (2011-2012) se convirtió en un ídolo de un equipo de playoffs que produce morriña. A partir de ahí al Real Valladolid B (2012-2013) con el que llegaría su debut en Primera.Pero había aprendido de lo pasado. No quiso correr. Dio un paso atrás (Guijuelo, Segunda B, en la 2013-14) para empezar a tomar impulso hacia adelante. Y vaya si lo tomó. Aquella tarde del 9 de mayo en aquel Diocesanos -Zona Norte estábamos viendo un jugador de Primera, pero pocos lo sabíamos. Ni él.