"El verano ha sido complicado para viñedo, cereales y girasol"

SPC
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Las heladas de abril, la sequía y el calor han sido los protagonistas a lo largo de lo que llevamos de 2022 y eso ha hecho que el seguro agrario haya cobrado una especial importancia para el sector

El verano ha sido complicado para viñedo, cereales y girasol

Mari Luz Cano es directora territorial de Agroseguro en la Zona Norte. Después de que el clima haya convertido esta campaña agrícola en una de las más difíciles que se recuerdan, hace balance. Destaca que en la comunidad hay más de 4.200 hectáreas con daños por sequía, pero también que las condiciones del seguro agrario han mejorado para los productores riojanos.

¿Cuál es la cifra de indemnizaciones que registra La Rioja a estas alturas del año?

A falta de aquellos siniestros que se puedan producir en noviembre y diciembre, la cifra de indemnizaciones del seguro agrario en La Rioja se sitúa en 7,13 millones de euros por daños declarados en más de 10.700 hectáreas.

¿Es una estimación, o son pagos ya realizados?

Está abonado más del 90%, ya que los siniestros de los cultivos que aglutinan mayores indemnizaciones, como la fruta, el cereal o la uva, están abonados prácticamente al 100%. La rapidez de pago es una de las principales características del trabajo de Agroseguro. De hecho, es uno de los valores que mejor nos puntúan los asegurados en nuestras encuestas de calidad. En 2022 el plazo medio de pago tras la tasación definitiva de un siniestro agrícola se ha reducido hasta los 23 días, y en 26 días en líneas de seguro pecuario.

Afortunadamente, La Rioja ha podido esquivar todos los graves siniestros que han afectado a España este año 2022...

Parece un milagro, pero sí. Por una vez, el clima se ha apiadado de La Rioja. La grave helada de abril, que ha dejado daños por valor de 240 millones de euros en Aragón, Cataluña o Castilla-La Mancha, nos afectó levemente. La sequía ha tenido incidencia en el cereal y, algo totalmente inédito, también sobre el viñedo. Por su parte, se han presentado los habituales pedriscos, causando grandes sustos en los productores de frutales, hortalizas y viñedo, con dos tormentas que llegaron en plena vendimia y con la recolección de frutales sin finalizar, que provocaron daños de alta consideración, aunque en una superficie reducida.

Rodeados de graves siniestros...

Por eso todos reivindicamos la necesidad de contar con un seguro agrario, porque todos esos siniestros graves se han producido a apenas unos kilómetros de La Rioja. En 2022 hemos tenido más suerte, pero, ¿y el año que viene?

Un año de fuertes pedriscos… ¿Este año no se han producido?

Se han registrado, sí, ya no hay épocas o años sin pedrisco. Todo depende de la fuerza y el momento en el que se producen. Creo que todos recordamos la situación sufrida en 2021, cuando las tormentas de granizo y las borrascas de fuerte lluvia e inundaciones descargaron con severidad en pleno desarrollo del viñedo y los frutales, con un final de la primavera e inicio del verano muy malo y cifras de siniestralidad muy elevadas. Este año se han vuelto a producir con daños que rebasan los 3,2 millones de euros generados en casi 600 siniestros repartidos por 3.800 hectáreas. Es decir, en centenares de productores de pera, uva, cereal, almendro… que han sufrido daños y han contado con el respaldo del seguro agrario.

¿Hay alguna zona especialmente afectada?

Es cierto que las tormentas de la última semana de agosto dejaron numerosos daños en toda el área oriental, con una franja clara de pedrisco entre Grávalos y los municipios de Rincón de Soto o Alfaro. Descargaron con fuerza en parcelas de viñedo, pera, manzana, melocotón, cereal… Pero, además, el pedrisco se ha dejado sentir en otras épocas del año en Casalarreina, Calahorra, Quel, Autol, Arnedo o en la zona sur de Nájera, cerca de Arenzana de Abajo. Es importante insistir en ello: el pedrisco es constante, todo depende de la fuerza, de si viene acompañado de viento o lluvia y, muy especialmente, de la fecha.

Ha citado antes la sequía, un viejo enemigo que ha amenazado con regresar en 2022.

Y ha regresado, con más de 120 millones de euros en daños en el total nacional. Es la tercera sequía que sufrimos desde el año 2017, y la quinta de este siglo. Pero, por fortuna, las lluvias de febrero y marzo, y alguna tormenta posterior, han evitado que los daños fueran más masivos, aunque sin duda se redujo la producción. Y a partir de ahí, el verano seco ha puesto las cosas muy complicadas al viñedo, al girasol o a las hortalizas: en La Rioja hay más de 4.200 hectáreas con daños por sequía.

¿Cómo pinta la próxima campaña?

La ausencia de lluvias que La Rioja arrastra desde el verano está provocando problemas en las siembras de herbáceos, como es el caso de la colza, cultivo cuya siembra ya ha finalizado y no está naciendo correctamente por falta de agua. A día de hoy ya hemos recibido partes de siniestro de nascencia de más de 135 hectáreas que representan más del 11% de toda la superficie de colza asegurada. De no cambiar la situación climática, la próxima campaña de cereales de invierno no parece garantizar una cosecha mejor que la pasada. Ante este escenario adverso, el seguro agrario es el valor que garantiza el futuro de las explotaciones si volvemos a sufrir un año de sequía como 2017 o 2019, o de pedriscos como 2018 o 2021. Para poder afrontar la campaña con tranquilidad y sin incertidumbre, el otoño es fundamental, porque ahora se asegura la próxima cosecha de cereal, viñedo, almendro, olivar o fruta, con los módulos que incluyen todos los riesgos: sequía, helada, pedrisco…

Además, a las líneas agrícolas, se suman los accidentes y enfermedades del ganado...

En una explotación ganadera los accidentes, las muertes o las enfermedades son parte de su día a día y el seguro agrario también tiene líneas adaptadas. En La Rioja cerramos 2021 con más de cuatro millones de animales asegurados y en este año ya rozamos los cinco. Las indemnizaciones son constantes y a final de año se cerrarán cerca de los dos millones abonados por Agroseguro.

En el año 2022 no se puede obviar la difícil coyuntura económica que sufrimos todos y que en el sector primario ha impactado de lleno.

La situación se ha complicado  al máximo en el sector productor por la inflación, la subida de costes… Aunque también es cierto que las Administraciones públicas son sensibles a la realidad y desde el punto de vista del seguro agrario prestan la máxima atención y han activado importantes mejoras que benefician a los asegurados. Por ejemplo, ENESA ha aprobado el incremento del precio de aseguramiento de los cultivos herbáceos. De media, el valor del capital asegurado crece un 23%, aunque se alcanza el 50% en el caso del trigo duro o el 52% en la colza.

¿Esa subida del precio de aseguramiento también se aplica a otras producciones?

Sí: a la avena, el arroz, la cebada, el centeno, el girasol, el maíz, el sorgo, el trigo blando y el triticale. Este aumento del precio incrementará la cuantía de las indemnizaciones en caso de sufrir siniestro en sus explotaciones, ya que se ajusta el valor de la producción a la realidad del mercado, que en los últimos meses se ha visto muy influenciada por la situación económica en España y la coyuntura internacional.

¿Se mantiene además la bonificación del 5% que otorga Agroseguro?

Sí. En el caso de los productores de cultivos herbáceos de La Rioja que renueven sus pólizas con los módulos 1 y 2 hasta el 15 de noviembre. Sin duda, es una medida muy bien acogida por el sector porque estos módulos ofrecen coberturas frente a la totalidad de los riesgos climáticos.

ENESA también ha incrementado el presupuesto de subvenciones, ¿no es así?

Ha incrementado el presupuesto en 60 millones de euros, lo que permite aumentar la subvención base para todas las pólizas en 10 puntos porcentuales. Será así, además, para todas las líneas que inicien su periodo de suscripción hasta el 31 de agosto de 2023. Es una noticia muy buena para todo el sector primario, porque en la realidad actual, con dificultades económicas y una alta siniestralidad por los efectos del cambio climático, permite no reducir coberturas. Además, es una noticia doblemente positiva porque repercute en la subvención que concede el Gobierno de La Rioja, ya que se calcula en base a la nacional.