Volvía a celebrarse el carnaval en la provincia tras el obligado parón del pasado año por pandemia, unas fiestas que los pueblos abulenses retomaron con muchas ganas y una enorme participación de los vecinos. Con especial intensidad se vivió en esos municipios en los que los carnavales reviven una tradición atávica llena de simbología precristiana que recuerda un pasado en el que el hombre tenía a la naturaleza como aliada y como enemiga.  

pedro bernardo

El día se presentó con llovizna pero, informó Pilar Bardera, no fue impedimento para que los machurreros recorrieran las calles y rincones de Pedro Bernardo con más ganas e ilusión que nunca, tras el parón de la pandemia. Unos diez machurreros y machurreras, entre veteranos y quintos, se vistieron  con el traje de uniforme militar, pañuelo negro a la cabeza, terroríficas máscaras de madera talladas a mano, cinturón armado con ruidosos cencerros resonando y una vara de mimbre, para recorrer el pueblo purificando a través del ruido de los cencerros, disuadiendo a los espíritus..., y asustando a los que estaban cerca de ellos con sus travesuras. 

Se revivía así, un año más, una ancestral tradición enmarcada en las mascaradas invernales, prohibida y arrancada de la cultura local por un decreto durante la Guerra Civil y recuperada gracias al empeño de un grupo de personas que han decidido rescatar de los baúles las viejas máscaras de madera.

Seguidos con especial interés por fotógrafos de varias provincias de España, algunos de gran renombre como Cristina García Rodero, los machurreros persiguieron a niños y adultos, haciendo sonar sus cencerros, pendientes de sus fechorías, de sus varas y alterando el orden por unas horas, mostrando mucho interés todos los presentes y siendo los protagonistas de la mañana del Sábado de Carnaval. Consolidada la recuperación de los machurreros, debe dárseles la importancia que se merecen por el gran trabajo de investigación, entrevistas y un intenso trabajo divulgativo que han llevado a cabo durante años, devolviendo  la vida a los dormidos machurreros.

El carnaval volvió con fuerza a la provinciaTras el pregón inaugural se inició un pasacalles en el que pudieron verse mucho y variados disfraces de niños y adultos, familias que pasaron un rato divertido acompañados por la música de la banda municipal. Al finalizar el desfile volvieron a la plaza de los toros, donde se hizo entrega de premios infantiles y chuches a los participantes.

Por la noche continuó el carnaval con el rondón en la plaza de los toros, amenizado por la orquesta Tucan Brass, y el posterior desfile y concurso de disfraces.

En definitiva, que los cuchareros vivan esta tradición recuperada, que todo aquel que quiere ser machurrero se anime a participar, se vista, se ponga la máscara tanto de madera como de cartón y hagan sonar los cencerros. El Ayuntamiento dispone de algunos trajes e  implica a los quintos para que participen y colaboren cada año.

navalacruz

En Navalacruz la fiesta empezó con los quintos pidiendo la colaboración del pueblo, para tras la comida pedir permiso al alcalde para iniciar los carnavales, un acto con gran participación en el que los harramachos, esas criaturas vestidas con hojas, ramas, agallas y agallones, pieles y cuernas, cobraron el protagonismo que merecen, convertidos en figuras tradicionales que son también obras de arte.

El carnaval volvió con fuerza a la provinciaPor la tarde todo el pueblo se subió hacia 'El Pico' para revivir en sus empinadas cuestas la tradición del toreo de la vaquilla, bajar luego a saltar el río y, finalmente, quemar los peleles que simbolizan la purificación frente a los malos espíritus. Por precaución ante la pandemia, las actividades previstas para la noche se pospusieron para el verano.

Hoy se celebra la tradicional misa de los quintos, jóvenes que posteriormente invitarán a todo el pueblo a un aperitivo en la plaza, para así dar por terminadas las fiestas.

navalosa

En Navalosa, que estrenaba con mucho orgullo y alegría el nombramiento de su fiesta de carnaval como de Interés Regional, los protagonistas fueron ayer los quintos, que por la tarde salieron a por su tradicional chopo para ya ido el sol colocarlo en la plaza, frente al Ayuntamiento, en una fiesta que contó con la participación de toda la población.

Hoy, día grande de estas señaladas fiestas, la jornada se abrirá con un desayuno en la casa de la vaquilla para luego iniciar el recorrido por el pueblo en el que se pedirá la colaboración de los vecinos. El momento más esperado llegará por la tarde, a las cinco, con la salida de los  cucurrumachos ataviados con sus trajes de rayas, cuernos y atemorizadoras