Editorial

La pandemia agudiza el problema demográfico en España

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Las frías cifras ponen de relieve la magnitud de las crisis, en este caso sanitaria, que acosan a una sociedad. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) certifican el aumento de las defunciones hasta el 17,7 por ciento en España en 2020, mientras que los nacimientos, ya de por sí bajos durante la última década, se frenaron en casi el seis por ciento, números que han impactado significativamente en la reducción de la esperanza de vida española y en el crecimiento vegetativo negativo de la población. La pandemia no ha hecho otra cosa que agudizar una problemática que se arrastra desde hace años.

Las estadísticas del INE vuelven a dejar patente que España adolece de políticas que incentiven la natalidad y de ayudas a las familias numerosas. El mercado laboral penaliza a los más jóvenes y frustra las esperanzas de una generación que en apenas diez años ha sufrido las acometidas de dos grandes crisis, esta última aún por determinar su alcance y duración. Además, la pandemia ha acelerado ciertos comportamientos de la sociedad, en los que la creación de una familia no forma parte de sus planes de vida. 

En esta permanente incertidumbre, las prioridades de las parejas más jóvenes -ya de entrada muy distintas a las de sus padres- pasan por apostar por hogares reducidos, algo motivado principalmente por jornadas maratonianas, poca flexibilidad del mercado laboral y sueldos bajos.

No es de extrañar que la recién reelegida presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, muy dada a sorprender con medidas rompedoras, se haya descolgado en su investidura con una que tiene el objetivo de blindar la maternidad. Para ello se ha comprometido a dar ayudas de 14.500 euros por hijo a las madres menores de 30 años que estén, como mínimo, empadronadas durante diez años en la Comunidad de Madrid. Esto recuerda al famoso cheque bebé del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero que apenas duró unos años y que fue duramente criticado, aparte de por ‘medida electoralista’, por el gran desembolso que supuso a las arcas del Estado en plena desaceleración. Sin embargo, durante esos años hubo una recuperación de la natalidad clara y socialmente beneficiosa. 

Se debate ahora cómo poblar esa España vaciada o cómo perfilar un sistema de pensiones justo y duradero, pero mientras que la base piramidal demográfica siga convergiendo, resulta imposible abordar estos y otros tantos debates esenciales para el futuro de una sociedad.