La Junta de Castilla y León, por medio de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, ha sacado a licitación la construcción de tres nuevas estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) en las localidades de Nava de Arévalo, Mingorría y Ramacastañas por un presupuesto conjunto de 2.609.387,33 euros, con servicio a 2.497 habitantes-equivalentes y un plazo de ejecución de obra de dos años y otros seis meses de puesta en marcha, según la información facilitada por la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila.
Estas actuaciones se enmarcan dentro del Protocolo General de Actuación para promover el establecimiento de sistemas de depuración de las aguas residuales urbanas en los núcleos con población de 500 a 2.000 habitantes-equivalentes, impulsado por la Junta de Castilla y León en octubre de 2020 en colaboración con las nueve Diputaciones Provinciales.
Desde la aprobación del programa, explican desde la Delegación Territorial, se ha proyectado la construcción de 250 depuradoras, con una dotación de 125 millones de euros en total, que se dividirán entre la Junta de Castilla y León, que financia el 40 por ciento; las Diputaciones provinciales, con el mismo porcentaje de aportación, y los Ayuntamientos, que corren con el 20 por ciento de la inversión. En la provincia de Ávila se ha previsto la ejecución de 35 EDAR, de las que catorce se encuentran en fase de ejecución, tres tienen el convenio y el proyecto aprobado, en este caso las tres que se acaban de licitar; dos poseen el proyecto redactado y están pendientes de convenio, en quince se está redactando el proyecto y una se encuentra en fase de análisis.
En la actualidad, los municipios de Nava de Arévalo, Mingorría y Ramacastañas no disponen de sistemas de tratamiento para la depuración de sus aguas residuales, por tanto, el vertido de estas no cumple con los parámetros exigidos por la normativa actual, explican desde la Administración regional antes de apuntar que «para alcanzar los estándares mínimos de vertido al medio, se construirán tres nuevas EDAR, una para cada municipio».
La depuradora de Nava de Arévalo está diseñada para dar servicio a 700 habitantes equivalentes y tendrá un caudal medio diario de 139,97 m³/día y un caudal punta de 5,38 litros/segundo, según la información regional. Por su parte, la EDAR de Mingorría prestará servicio a 951 habitantes equivalentes y su caudal medio diario será de 203,22 m³/día, mientras que su caudal punta, de 8,47 litros/segundo. Finalmente, la depuradora de Ramacastañas está diseñada para dar servicio a 846 habitantes-equivalentes y su caudal medio diario alcanzará los 186,12 m³/día, mientras que su caudal punta llegará a 7,76 litros/segundo.
Las tres plantas depuradoras se basan en la misma tecnología, la consistente en humedales artificiales, disponiendo de tres etapas de actuación: pretratamiento, compuesto por pozo de gruesos, aliviadero y reja de gruesos, pozo de bombeo de agua bruta y tamizado de agua bruta, donde se eliminarán los sólidos mayores a tres milímetros; decantación-digestión primaria, mediante un tanque Imhoff ejecutado en hormigón armado, y dividido en tres compartimentos, cámara de sedimentación, cámara de digestión de lodos y área de ventilación y acumulación de natas; y tratamiento biológico mediante humedales horizontales, sistema por el que se reproducen los procesos de eliminación de contaminantes que tienen lugar en las zonas húmedas naturales. Este sistema, detallan las mismas fuentes, se basa en balsas cubiertas de plantas macrófitas, encargadas de proporcionar oxígeno y sus raíces el sustrato necesario para la fijación de la población microbiana encargada de la eliminación de la contaminación.
ejecución de los colectores. Las actuaciones además contemplan la ejecución de los colectores de conexión a las redes existentes y emisarios de vertido del agua tratada al cauce receptor. Además, las EDAR incluyen suministro eléctrico mediante paneles fotovoltaicos, para minimizar los costes, si bien, debe de tener acometida eléctrica, para asegurar la continuidad del tratamiento en todo momento. Las tecnologías empleadas se caracterizan por un bajo impacto visual y reducido coste energético de explotación y los procesos internos estarán totalmente automatizados, lo que permite su control en remoto.