Roberto Ponce

Hablemos de Ávila

Roberto Ponce


Hay que invertir en la cabalgata

26/01/2023

No porque hayan pasado veintiún días voy a dejar de referirme a la cabalgata de los Reyes Magos de la capital. 
Entré a formar parte de la desaparecida banda de cornetas y tambores de la Junta de Semana Santa con seis años, por lo que mi primera participación en esta cita tan especial fue en enero de 1994.
Los de la banda de la Junta siempre acompañábamos al rey Baltasar, lo que implicaba que durante las horas previas nuestros familiares nos caracterizaran con pintura negra, de un tono tan oscuro que resalta en las fotografías. Los trajes me encantaban porque íbamos ataviados para la ocasión y era una tarde diferente, más a esa edad. Recuerdo que hemos llegado a ir hasta con perros en formación abriendo nuestro tramo para dar mayor vistosidad.
Pasaron los años y la banda de la Junta se extinguió porque casi todos sus componentes fundaron "El Amarrado", que en la actualidad sigue estando ahí cada cinco de enero.
Desde hace casi una década, calculo, los músicos acuden con los uniformes que lucen en las procesiones y, de manera más reciente, con ropa de calle y abrigos. Es decir, ya no existe el gasto municipal destinado a proporcionar a las bandas ropa acorde a este evento.
Son detalles pero todo cuenta en un acontecimiento único, que congrega en las calles a miles de personas, unas 18.000 según la Policía local y pocas me parecen. Dejando a un lado el mercado medieval, ya me diréis, salvo los días centrales de Semana Santa y el de La Santa, cuándo sale tanta gente para ver algo en Ávila.
En la última parte del recorrido hay más huecos en las aceras y es porque todo el mundo sabe que los 2.000 kilos de caramelos que aporta el Consistorio son escasos y no llegan más allá de la mitad de la avenida de Portugal. Este año estaba frente a la basílica de San Vicente, y excepto dos vehículos y los ayudantes de los Reyes Magos el resto no tenía ya nada que ofrecer a los niños (y a los adultos, que son peores en esta caza al vuelo).
Mención especial merecen las carrozas participantes o, mejor dicho, la ausencia de tantos colectivos que siempre han engrandecido con su trabajo y esfuerzo la cabalgata. En este 2023 únicamente tres asociaciones han formado parte del concurso y sólo una peña estaba representada. Cuando hay más coches publicitarios que carrozas elaboradas por los nuestros, es aconsejable que en el Ayuntamiento reflexionen sobre los motivos de esta pérdida de activos.
Esto implica que, si los de aquí declinan aportar al no sentirse valorados, hay que alquilar carrozas. Cierto es que los más pequeños se quedan impresionados al verlas por su tamaño y temática, pero no dejan de ser elementos mudos tirados por vehículos municipales.
La cabalgata de los Reyes Magos de Ávila tiene que estar a la altura de una capital de provincia, con la renovación de los remolques de "regalos", una nueva puesta en escena y no seguir a ese tran-tran que lo único que ha dejado atrás son los tractores por precaución. Ningún evento como este reúne a tantos abulenses de todas las edades con una ilusión por igual.
También reivindico, si es posible, apreciar más nuestro idioma. Si los famosos pingüinos de Los Verdugo sólo saben cantar villancicos en inglés que pongan cabras de Gredos. Y tras escuchar a Melchor, Gaspar y Baltasar en El Chico, por favor, no rompan la magia con un tema americano comercial. Tenemos canciones en castellano propias de la época y somos muchos los que preferimos mantener nuestras tradiciones.