La falta de anestesistas llevó a que la sanidad abulense tuviera que retrasar la puesta en marcha de las medidas del plan de choque para reducir la lista de espera quirúrgica a septiembre, mientras que en el resto de áreas de Castilla y León se comenzó en verano. Pero ahora ya están preparados para ponerse en marcha y será a partir del 5 de septiembre cuando se comience a operar por las tardes para que la lista de las personas que esperan pasar por quirófano se vaya reduciendo desde entonces hasta finales de año.

Para ello, según confirman desde la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, trabajarán 56 profesionales por semana entre médicos, anestesista, enfermeras, técnicos en cuidados de enfermería y celadores en un proceso que es voluntario. 

El objetivo que se marcó cuando se puso en marcha este plan de choque era el de conseguir reducir en 21 días la lista de espera quirúrgica que, debido a la pandemia, se ha incrementado en los últimos dos años.

En el caso de Ávila, tomando como base el dato del pasado mes de junio, el último hecho público, la lista de espera para someterse a una intervención quirúrgica había aumentado tanto en el número de pacientes como en la demora media en el último año. A fecha del 30 de junio 1.150 personas esperaban para operarse en Ávila, frente a las 1.023 en el 2021, lo que suponen 127 más y un aumento del 12,4 por ciento. También aumentó el tiempo que tuvieron que esperar para llegar a la mesa de operaciones, que pasó de 40 a 67 días.

Esto quiere decir que si de aquí a finales de año, y teniendo en cuenta que en Ávila hay menos tiempo, se lograra el objetivo la espera debería quedarse en alrededor de los 46 días.

Esos son los datos con los que parte la puesta en marcha de la estrategia de reducción de listas de espera en Ávila. Un plan que, según se dijo en su momento, tiene una previsión en Ávila de una media de 80 pacientes operados al mes con esa utilización de los quirófanos por la tarde.  La actividad vespertina extraordinaria se centrará principalmente, según se dijo, en los pacientes pertenecientes a las especialidades de Cirugía General, Oftalmología, Ginecología y Traumatología.

A finales del pasado mes, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez,  explicaba que la Consejería extenderá a la vuelta del verano el modelo de autoconcertación, conocido como peonadas, y los conciertos externos para reducir las listas de espera en las pruebas diagnósticas porque las demoras «son inasumibles». Se seguirá un modelo parecido al de la lista de espera quirúrgica mientras que en el caso de las consultas se está en la fase de mejorar los procesos internos para aprovechar el rendimiento de los centros. Aún así, en una reciente visita a Ávila el consejero también habló de la posibilidad de aplicar a las consultas de especialistas un plan del mismo tipo.

Por el momento, el único que está en marcha es el de cirugía, habilitado hasta el 31 de diciembre como una medida que permite abrir los quirófanos en horario de tarde, de 16,00 a 20,00 horas, algo que no perjudicará a la jornada ordinaria de mañana, que continuará totalmente operativa.

La Consejería hará un seguimiento mensual de ambas actividades, para ver su eficacia y éxito porque se buscan resultados medibles y cuantificados.

La medida incluye a todo el equipo profesional que forma parte de este tipo de intervenciones, es decir, médico, enfermera, TCAE (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) y celador.

Por cada tarde trabajada, siempre de manera voluntaria, el médico percibirá 450 euros; la enfermera, 300 euros; el TCAE, 110 euros y el celador, 90 euros. Los quirófanos se abrirán en horario de tarde para atender a los pacientes con mayor tiempo de espera.