Los olivos de Pedro Bernardo buscan padrinos

Pilar Bardera
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La Cooperativa San Isidro Labrador se une a este proyecto que tiene como objetivo recuperar olivares centenarios, a la vez que crear nuevos empleos para ayudar a frenar la despoblación y recuperar un oficio tradicional y necesario

Los olivos de Pedro Bernardo buscan padrinos

La Cooperativa del Campo San Isidro Labrador de Pedro Bernardo ha puesto en  marcha un proyecto de apadrinamiento con el objetivo de recuperar olivos centenarios teniendo en cuenta que la despoblación ha supuesto en muchos casos el abandono de este cultivo tradicional.

«Nos hemos propuesto darles una segunda oportunidad a estos olivos, a la par que ayudamos a que los jóvenes de nuestra región puedan apostar por quedarse en el pueblo», comentan desde la Cooperativa al hablar de este proyecto con el que se pretende recuperar el olivar en esta zona, donde este cultivo se remonta al año 140 d.C, en plena época romana, con diferentes variedades de aceituna que hacen que los olivos se conozcan con sus propios topónimos como redondilla, ornal, albar, cornatilla, injerta o machuna e incluso con variedades autóctonas reconocidas como la enhagua. Una singularidad que dota al aceite de oliva virgen extra de una peculiar caracterización con sabor intenso y aroma de montaña.

El proyecto Apadrina un olivo, que ya existe en otras partes de España, ha sido el resultado de ese abandono del campo, del encarecimiento de abonos y productos agrícolas, a los que se ha sumado también la dificultad de la recogida del olivar tradicional asentado en terrazas. Ahora, estos cientos de olivares abandonados buscan familia. La Cooperativa cucharera, bajo el lema Apadrina un Olivo, conecta con la naturaleza', quiere en una primera fase recuperar 100 olivos centenarios e ir sumando olivares a medida que haya más padrinos apoyando el proyecto. La aportación anual de cada apadrinamiento será de una cuota de 45 euros con la que la Cooperativa creará nuevos empleos para el cuidado y recuperación de los olivos centenarios. Esto ayudará, por un lado, a evitar el éxodo rural que vive Pedro Bernardo y los pueblos del Valle del Tiétar y, por otro, a recuperar un oficio rural y necesario como es el trabajo en el campo. A cambio los padrinos podrán poner su nombre al olivo que ayuden a recuperar, visitar el olivar y su entorno durante jornadas de apadrinamiento y recibir aceite de esos olivos.

La Cooperativa del Campo San Isidro Labrador comenzó la lucha contra el abandono rural ya en 2021, con un proyecto de vivero donde se comenzó plantando y recuperando higueras autóctonas de Higo de Cuello de Dama, famoso en la localidad. A comienzos de este año vendieron los primeros ejemplares y cuentan con lista de pedidos para la obtención en septiembre de los siguientes. Los proyectos Apadrina un olivo y el Vivero de Higueras Cuello de Dama, son una apuesta por parte de la Cooperativa del Campo San Isidro Labrador de Pedro Bernardo al desarrollo rural, la tradición y una oportunidad para todos aquellos jóvenes que quieren trabajar el campo.