«La comedia siempre tiene un drama por debajo»

D. Casillas
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Después de doce años sin pisar las tablas abulenses, Gabino Diego vuelve mañana a Ávila para protagonizar la exitosa comedia 'La curva de la felicidad'.La cita sera en el Teatro Santo Tomás, para reírse con las desventuras de unos cincuentones

«La comedia siempre tiene un drama por debajo» - Foto: Joseph Hernandez

La curva de la felicidad, escrita por Eduardo Galán y Pedro Gómez, es una comedia que trata sobre las relaciones (o falta de ellas) entre hombres y mujeres llegados a cierto estado de madurez (aunque quizás eso de la sensatez sea mucho decir) afrontadas desde sus lados más complicados, más inverosímiles a veces, jugando a dar visibilidad a las dificultades que se presentan en las vidas de unos y otras, a veces juntos y a veces ajenos, a la hora de encontrar una estabilidad pasados los 40 años. Llega mañana esta representación teatral a Ávila, al Teatro Santo Tomás, teniendo como protagonista al célebre actor Gabino Diego, en el papel de Quino, el cual se encuentra acompañado  por otros tres «pardillos» que comparten impresiones y reflexiones sobre sus experiencias con el género femenino, un cuarteto de hombres esencialmente frágiles, con muchas inseguridades y bastante indecisos que, a través de muchas risas, nos mostrarán su lado más humano.

Gabino Diego, Antonio Vico, Jesús Cisneros y Josu Ormaetxe ofrecen unas interpretaciones de lo más divertidas en este espectáculo que, cambiando de protagonistas sobre las tablas, acumula catorce temporadas de éxitos y que llega a nuestra capital. El primero de ellos, que recordó que no venía a actuar a Ávila desde que representó en 2010 el monólogo Una noche con Gabino, atendió a la llamada de Diario de Ávila para que contase un poco más de esta cita.

Vuelve a Ávila con una comedia que, dice su exitosa trayectoria por escenarios de toda España, son palabras mayores.

Sí, es una obra que es un lujo hacer. La función se estrenó hace diecisiete o dieciocho años y han pasado por ellas muchos intérpretes, y ahora me ha tocado a mí ser uno de ellos, meterme en el papel de su protagonista, Quino.

La trama se centra en reírse de uno mismo cuando se alcanza una cierta edad y llega una crisis que no está claro si es un tópico o una realidad.

Así es. Esta obra cuenta las desventuras de Quino, un hombre al que ha dejado su mujer cuando ya tiene una edad. Cuando se estrenó esta función se tituló La curva de la felicidad porque esa curva empieza, más o menos con los cuarenta años, pero ya todos los que estamos haciendo esta obra tenemos cincuenta, algunos bien cumplidos.

La curva de la felicidad es ya de por sí un título irónico, porque curva sí que hay, pero felicidad parece que ni está ni se la espera.

En principio el título hace referencia a esa barriguilla que suele salir a los hombres cuando cumplen cuarenta años, pero la historia va más allá y se centra en este hombre, Quino, un cincuentón al que le ha dejado la mujer, y a través del cual la función trata también el tema del peterpanismo, el de los hombres que con cincuenta se piensan que todavía se pueden comer el mundo y que pueden conquistar a la más jovencita, y de eso habla también la obra.

Quino es este hombre que le ha dejado la mujer y que tiene que vender la casa y se la vende a tres personas distintas, una forma de actuar que tiene su razón de ser en que le cuesta mucho desprenderse de ese lugar donde están los recuerdos de su amor perdido. Al final se la vende a tres personas distintas que terminan viviendo en la casa.

¿Hay también en la obra una visión irónica de esa realidad de gente que vive sola aunque no quiera?

En este caso Quino no vive solo, sino que acaban viviendo cuatro hombres en la casa, algo que a mí me gusta. Yo he vivido un tiempo solo y siempre me gustaba que viniese gente a mi casa; en este caso son cuatro hombres que se sienten dueños del piso.

¿Defienden en esta obra que el sexo débil no es la mujer, sino el hombre?

Viendo que hay muchas más viudas que viudos ya da qué pensar sobre cuál es el sexo débil en muchas cosas.

Me refería más a lo emocional

Ahí no lo sé, pero que la mujer nace y es más fuerte parece que sí; que tiene más aguante para muchísimas cosas que el hombre es evidente.

¿Cómo dan la vuelta a la tragedia de una persona que se quede sola para convertirla en humor?

Porque la ficción es muy divertida ya que el personaje de Quino es un poco un clown, y el clown siempre es el personaje que triunfa con su fracaso; yo he interpretado muchos personajes de estos fracasados que triunfan a su manera, con los que la gente se ríe con lo mal que lo está pasando el personaje, en este caso porque le ha dejado su mujer y hace lo que sea porque ella vuelva y fracasa una y otra vez. En su lucha por sobrevivir termina vendiéndole el piso a tres personas que terminan viviendo en la casa y eso lo hace más cómico todavía. En cualquier caso, la comedia siempre tiene un drama por debajo, una pequeña tragedia a la que hace más fácil de soportar.

¿Ven desde las tablas que mucha gente se siente identificada con eso que cuentan?

Sí, sentimos que hay bastante identificación.

¿Y quien se ríe más, los hombres o las mujeres?

Una obra en la que una mujer no se lo pase bien es un fracaso absoluto. Primero porque las mujeres son las que más van al teatro, una cosa que es de admirar, porque tienen más interés por ese arte; a los hombres, y ahí entra un poco el tópico, nos interesa más el fútbol, pero a ellas les gusta mucho el teatro, a veces se reúnen grupos de ellas para ir al teatro y eso es maravilloso, porque de alguna manera vivimos de las mujeres en este mundo.

En esta función las mujeres disfrutan muchísimo, se ríen mucho, y ven a estos cuatro pardillos pensando que se van a comer el mundo… pero el mundo se les come a ellos. Y se les hace divertido ver a esos cuatro hombres fantasear pensando que estando solos van a ligar lo que no está escrito, aunque luego no es así.

Anime a los abulenses a ir a verles mañana al  teatro

Me encanta Ávila, me gusta mucho y espero disfrutar con esta función tan divertida, en la que estoy seguro que quien vaya a verla no va a parar de reírse..., cada medio minuto se está riendo la gente, y eso es algo increíble. Y puede decirse que si se ríe tanto es porque de alguna manera se identifica con el personaje protagonista, y con los otros, en esa situación tan dura que hacen divertida. Cuatro hombres en una casa, uno de ellos un psicólogo que psicoanaliza a todos, es garantía de diversión de principio a final… la mejor opción para la tarde de este viernes en Ávila.