Luciano Díaz-Castilla se acerca a un lienzo sobre el que un grupo de chavales pinta. Lo observa, niega con la cabeza y coge un recipiente lleno de pintura negra. Se moja un dedo y comienza a pintar: «las líneas deben ser rectas y de un solo trazo»,  les explica a los chavales mientras pasa su dedo mojado por el lienzo. Los niños lo rodean y lo escuchan atentamente. Él sigue a lo suyo.

Con motivo de las festividades de la Santa, 94 niños de sexto curso del colegio Diocesano –así como 15 niños de la Casa Grande de Martiherrero y diez de Pronisa– han salido a la calle para recrear algunas obras de la exposición ‘Homenaje a Santa Teresa’ que Díaz-Castilla mostró en el año 2015 en el Lienzo Norte.

La jornada –llevada a cabo con la ayuda de la Fundación Ávila y los siempre sufridos padres del AMPA– ha comenzado con un pequeño taller en el que Díaz-Castilla ha mostrado ciertas pautas a los alumnos para recrear los cuadros, según comenta el profesor Alberto Mellado.

«Yo les he dado unas pautas para que saquen la pintura de sí mismos y se expresen como les dé la real gana, que es lo importante», afirma Díaz-Castilla, que se pasó la mañana entre la plaza de Adolfo Suárez, las calles Alemania y Reyes Católicos y la Plaza de la Catedral, donde se encontraban los niños pintando.

 Todas las obras recreadas serán expuestas en el Palacio Los Serrano y posteriormente vendidas. Los beneficios irán a parar a la Casa Grande de Martiherrero.

En cuanto a los chavales, ya se sabe, encantados por no estar en el cole y llenos de pintura hasta las cejas. Lo que es una buena clase.